El Centre Cultural Terrassa remodelará su edificio para abrirse a la ciudadanía

El Centre Cultural Terrassa reformará su edificio, situado en la Rambla de Egara, con el objetivo de abrirse a la ciudadanía y ser más visible y accesible desde la calle. El principal cambio será la construcción de un restaurante-cafetería a pie de calle, con la intención que este espacio sea un puto de atracción hacia el interior del edificio.

También se remodelará la planta baja para dar más visibilidad a la actividad del equipamiento y se reubicarán varios servicios para liberar la cuarta planta del edificio y poder destinarla a alquiler de espacios.

El arquitecto encargado de este proyecto de remodelación será Jan Baca, el creador del edificio concebido en 1980. La reforma contará con una inversión de 500.000 euros.

La ubicación de un restaurante en la entrada del edificio será el cambio más visible. Este servicio tendrá una terraza donde actualmente hay un porche, elemento que Baca ha explicado que se puso porque la normativa así lo obligaba.

El hecho de poner un restaurante a pie de calle, y trasladarlo desde el interior del edificio donde está ahora, busca también dar mayor visibilidad a las salas de exposiciones, ya que se podrá acceder mediante una rampa desde el propio restaurante. Además, desde el interior de éste se verá la sala dos de exposiciones.

En cuanto al vestíbulo, se mantendrá la cúpula original pero se construirá un pequeño bar con una barra para dar servicio a los espectadores los días de función. Este nuevo vestíbulo acogerá también la exposición de los cuatro frescos del pintor Joaquim Torres-García, uno de los conjuntos pictóricos de más valor del Fondo del Arte de la Antigua Caixa Terrassa.

Por otro lado, el traslado del actual bar a la entrada principal libera este espacio que pasará a acoger las oficinas del Centro Cultural, que ahora están ubicadas en la cuarta planta del edificio. En esta zona también habrá salas de reuniones y un aula magna. Esta reestructuración permitirá liberar 500 metros cuadrados de la cuarta planta que pasarán a estar a disposición para alquiler.

Está previsto que las obras empiecen hacia abril y que se alarguen durante seis meses. El presidente de la Fundación Antiga Caixa Terrassa, Ignasi Cusidó, explica que la idea es que la remodelación esté lista en noviembre y que todo esté a pleno rendimiento en Navidad.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 500.000 euros, que se podría amortizar en entre siete y ocho años gracias a los rendimientos que genere el alquiler de espacios y el restaurante, según explica el director de la Fundació Antiga Caixa Terrassa, Josep Ribera.

Por su parte, el arquitecto Jan Baca destaca que el edificio se ideó siguiendo los principios arquitectónicos de la época y que aunque ahora se hará una remodelación, el objetivo es no hacer nada ni con cemento ni con piedra en la fachada, sino con vidrio y metal, para preservar al máximo el edificio original y que se puedan diferenciar las dos etapas.

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