Arte

El Centre Cultural Terrassa recibe a los visitantes con las Pinturas de Mon Repòs

La Fundación Antiga Caixa Terrassa instala los frescos de Joaquín Torres-García en el vestíbulo del especio cultural

La Fundación Antiga Caixa Terrassa instala en el vestíbulo los frescos de de Joaquín Torres-García

La Fundación Antiga Caixa Terrassa instala en el vestíbulo los frescos de de Joaquín Torres-García / periodico

EL PERIÓDICO / Terrassa

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La Fundación Antiga Caixa Terrassa instala en el vestíbulo del Centre Cultural Terrassa los frescos de de Joaquín Torres-García, una de las piezas más valiosas de su Fondo de Arte. “Tenemos la voluntad de hacer que este Centro sea un equipamiento de referencia en todo el país, más abierto y cercano a la ciudad”, explica Ignasi Cusidó, presidente de la Fundación.

Con ese objetivo, los valiosos frescos del Mon Repòs se ubican en un espacio de paso, a la vista de todo el mundo, para que la ciudad “se sienta orgullosa” y pueda observarlos siempre que quiera, añade Cusidó.

El concejal de cultura del ayuntamiento de Terrassa, Amadeu Aguado, celebra esta nueva ubicación que “pone en valor la sensibilidad artística de la Fundació Antiga Caixa Terrassa”.

Entre el novecentismo y la vanguardia

Eduard Vives, miembro del consejo asesor de la Fundación y experto en la obra de Torres-García explica como el artista (Montevideo 1875-1949), convertido en uno de los máximos representante de la pintura del Novecentismo, pinta en 1914 cuatro frescos decorativos para una propiedad que se hizo construir en el antiguo olivar de Can Colomer, en Terrassa, llamada la casa de Mon Repòs.

Las pinturas, de dos metros de alto y 3 metros de ancho, están inspiradas en escenas helenísticas clásicas y pintadas al estilo del pintor simbolista francés, Pierre Puvis de Chayanne, a quien Torres-García admiraba profundamente.

“Las pinturas tienen un valor extraordinario, trabajaba para él mismo y no debía favores a nadie”, asegura Vives, que añade que, fruto de esta libertad, los frescos, aún siendo novecentistas, tienen algunos elementos vanguardistas como las líneas rectas que dibujan la nariz de las fuguras representadas.

“Vemos como Torres-García se escapa del novecentismo y hace incursiones vanguardistas, movimiento en el que será muy representado años más tarde”, concluye Vives.

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