TENIS

La serena Williams

La número 1 mundial afronta «sin una presión especial» el desafío de completar el Grand Slam en el Abierto de EEUU

Serena Williams, entrenándose en Nueva York antes de afrontar el Abierto de EEUU.

Serena Williams, entrenándose en Nueva York antes de afrontar el Abierto de EEUU. / periodico

JOSÉ MARÍA EXPÓSITO / BARCELONA

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Si el tenis fuera boxeo, la primera tenista que derrotara a Serena Williams se llevaría el premio gordo. La número 1 mundial tiene en su poder todos los grandes títulos. La vigente campeona olímpica iniciará este lunes en Flushing Meadows la defensa del Abierto de EEUU que conquistó por sexta vez el año pasado, éxito al que siguieron, ya en el 2015, su sexto Abierto de Australia, su tercer Roland Garros y su sexto Wimbledon.  Le falta la guinda, algo que no ha logrado: completar el Grand Slam en una sola temporada. Está a un paso.

Solo tres mujeres lo han conseguido en toda la historia: Maureen Connolly (1953), Margaret Court (1970) y Steffi Graf, para quien hubo que inventar el término Golden Slam en un mágico 1988 en el que también ganó los Juegos de Seúl, hace ya 27 años. «Siempre soñé con ganar el Grand Slam, pero era solo un sueño. Nunca pensé que lo acabaría teniendo tan cerca», explica.

Un cuadro peligroso

El reto es mayúsculo, pero Serena, a un mes de cumplir 34 años, no pierde los nervios. «Ahora mismo no siento una presión especial, quizá aparezca si voy pasando rondas, pero de momento no siento nada», asegura la pequeña de las Williams, que podría encontrarse con Venus en cuartos. Si no es ella, será la checa Karolina Pliskova (número 8 mundial) o la suiza Belinda Bencic (12ª), que hace unos días la derrotó en las semifinales de Toronto. Antes habrá tenido que superar en tercera ronda a su compatriota Sloane Stephens (29ª) y en cuarta a Agnieszka Radwanska (15ª).

Si no fuera por el dominio que está demostrando en los últimos meses, se diría que Serena tiene un cuadro peligroso, culminado con un hipotético duelo en semifinales con Maria Sharapova, una de las tres jugadoras que le ha derrotado en una final de Grand Slam (Wimbledon 2004), aunque desde aquel año la rusa no ha vuelto a hacerlo.

Elogios a su entrenador

Completar el Grand Slam no sería el único hito en caso de enlazar su cuarto triunfo en Nueva York. También desempataría con Chris Evert como tenista con más Abiertos de EEUU en la era Open, igualaría los 22 títulos de Grand Slam de Graf -a quien agradeció su apoyo en las redes sociales- y amenazaría incluso los 24 de Court (13 de ellos anteriores a la era Open). «Siempre hay otro récord, otra persona a la que superar -reflexiona Williams-, pero comparar generaciones es complicado. Solo puedo decir que soy la mejor jugadora que he podido ser».

«Su mayor rival es ella misma»,  analiza su entrenador, el francés Patrick Mouratoglou, a quien Serena atribuye gran parte de su éxito. Antes de trabajar con él ya había ganado 13 grandes, pero en tres años de colaboración ha sumado otros ocho. «Patrick me ha ayudado a lograr esa consistencia, a cambiar elementos de mi juego, a competir mejor y a ponerme metas». La siguiente la tiene muy cerca.