TENIS

Federer completa su palmarés con la Copa Davis

De izquierda a derecha, Marco Chiudinelli, Roger Federer, el capitán Severin Luthi, Stanislas Wawrinka y Michael Lammer, el equipo suizo de la Copa Davis, con el trofeo

De izquierda a derecha, Marco Chiudinelli, Roger Federer, el capitán Severin Luthi, Stanislas Wawrinka y Michael Lammer, el equipo suizo de la Copa Davis, con el trofeo / periodico

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Roger Federer ya tiene el título que le faltaba. El tenista suizo ha derrotado este domingo a Richard Gasquet en el cuarto partido de la final de la Copa Davis, disputada en Lille, y ha dado a su país la primera ensaladera de su historia. Un hito que, sin embargo, quedará oculto por tratarse de la primera Copa Davis de Federer.

Menos de dos horas ha necesitado el número uno suizo para derrotar a Gasquet (que ha jugado en el puesto de Jo-Wilfired Tsonga) por 6-4, 6,2 y 6-2  y sumar el tercer y definitivo punto para Suiza. Federer se ha dejado caer sobre la tierra batida que Francia había preparado como emboscada y, entre sollozos, se ha abarzado con todo su equipo, especialmente con Stan Wawrinka, clave en esta final (ganó su individual el viernes y el dobles el sábado) y que hace pocos días tuvo una agria discusión con su compatriota en Londres, durante la disputa de la Copa Masters, con la mujer de su compañero por medio.

"VA POR LOS CHICOS"

He ganado bastante en mi carrera, para mí no se trataba de marcar una casilla vacía. Esto va por los chicos", ha declarado el jugador helvético, ya una leyenda con sus 17 títulos de Grand Slam 23 Masters 1.000. La Copa Davis completa un palmarés demoledor en el que solo falta el oro olímpico individual (sí tiene el de dobles, así como una plata individual), que será difícil que logre en Río en el 2016.

Para Suiza era su segunda final de Davis, después de que en 1992 Marc Rosset Jakob Hlesek se estrellaran contra el 'dream team" estadounidense formado por André Agassi, Pete Sampras, Jim Courier y John McEnroe. Esta vez el rival era menos temible, una Francia que ha dejado escapar tres finales (2002, 2010 y 2014) desde que ganó su última ensaladera en el 2001. Además, Tsonga, número uno galo, perdió el viernes ante Wawrinka y ya no ha vuelto a jugar, aquejado por problemas físicos. El sábado se perdió el dobles y nuevamente dejó su puesto a Gasquet para el cuarto partido.

LA DÉCIMA SE RESISTE

El 26 del mundo solo había ganado dos veces a Federer. La única opción francesa pasaba porque el suizo se resintiera de sus problemas de espalda. Pero Federer no ha dejado entrever ni una muestra de su lesión, ha entrado al estadio pletórico y con ganas de acabar por la vía rápida, sin tentar a la suerte ni al desgaste físico. La diferencia en la pista ha sido abismal. Gasquet, que no ha gozado ni de una bola de rotura, apenas ha tenido tiempo de darse cuenta de que tenía sobre sus hombros todo el anhelo de un país que aguarda desde el 2001 para levantar la décima. El peso de la historia ha maniatado a Gasquet, mientras la ambición ha liberado a Federer ante los más de 27.000 espectadores que abarrotaban el estadio, un récord para un partido de tenis.