Xavier Sardà: "Discovery Max es un canal muy de culto, con un público muy selecto"

Xavier Sardà vuelve a la tele este domingo (21.30) con 'ADN Max', programa sobre ciencia con el que Discovery Max pretende cumplir la vieja máxima de formar divirtiendo.

-¿Qué tiene la ciencia para hacer volver a Sardà a la tele?

-Cuando me llamó Jorge Salvador para proponérmelo acepté, porque era un programa semanal en Discovery Max, con ciencia divulgativa y con un equipazo de colaboradores. Era una perita en dulce.

-¿Qué vamos a ver aparte de móviles, tabletas y 'smartphones'?

-Dispositivos electrónicos, experimentos de plató brutales y también mesas de debate. Uno de los temas de hoy es lo del agua que se ha encontrado en Marte. Esto nos fascina siempre. También temas de salud, relación con el planeta... Todo es inquietante y a la vez fascinante.

-Le habrán buscado a usted para vender mejor el producto, ¿no?

-Bueno, lo que sea. Yo estoy feliz y la cadena está feliz. No estaba esperando para hacer televisión, porque me encontraba bien escribiendo en EL PERIÓDICO, haciendo mis tertulias en La Sexta y disfrutando de mis aficiones. Pero esto es diferente.

-¿Le interesa la ciencia a un hombre de letras como Sardà?

-Estudié Ciencias de la Información, pero soy paradójico y heterodoxo: soy piloto de avión. También he estudiado patrón y capitán de yate, para lo que hay que tener la letra muy pequeña porque las fórmulas son inacabables. Soy muy extraño.

-Una especie de Leonardo da Vinci de la comunicación...

-Bueno, un grano en su culo.

-Usted posee un fino olfato para descubrir personajes. ¿En cuál de los colaboradores confía más?

-Martina Klein, Marta Márquez y Carlos Córdoba me acompañarán en la mesa. Tenemos también a Dani Jiménez, un experto en ciencia que es un buen elemento. Y también al Mago Pop. Gente con gancho.

-¿No se siente menos presión en una cadena minoritaria y temática?

-Seguro. Pero hay que tener en cuenta que Discovery es una cadena muy de culto. A su público hay que tratarlo con muchísimo cariño, porque es muy selecto y no se le pueden ir con tonterías. El programa tiene que tener pies y cabeza para que funcione. Y aunque la audiencia es menor, tienes que conseguirla porque compites cada día con el resto de canales.

-¿No le chocará a ese selecto público toparse en su canal con el expresentador de 'Crónicas marcianas'?

-Espero ser útil. Yo soy inclasificable. En 'Crónicas' estuve ocho años con un Gobierno del PP, con unas tensiones extraordinarias y con un 'no' a la guerra. En la radio era un ventrílocuo gracioso, pero seguíamos la actualidad. Soy muy camaleónico. Espero saber implicarme aquí.

-¿Qué tal le va como tertuliano político en un momento tan importante y decisivo para Catalunya?

-Bien. Pero me gustaría no estar tan concernido por lo que está pasando y poder desconectar más. He sido crítico con Mas y con determinados aspectos del 'procès', pero no con la ilusión de la gente. Y he sido tremendamente crítico con Rajoy, porque creo que ha hecho dejación de sus funciones. Un señor que se levanta una mañana con un 47,8% de ciudadanos que votan que se quieren ir de su país es que algo ha hecho mal.

-¿Cree que hay solución?

-El conflicto es difícil de solucionar tal como está planteado. El problema es por qué hemos llegado a este punto. ¿Hay algún político que le ha sacado un partido especial? ¿El señor Mas no tenía alternativa cuando nos decía hace unos años que ojo con jugar con los referéndums que podían partir a un país por la mitad? ¿Por qué ha cambiado de opinión?

-¿Teme que todo esto pase de ser un lío a convertirse en un drama?

-Podría suceder. ¿Cuánto hace que hablamos del choque de trenes? Catalunya está partida en dos y Rajoy ha ninguneado a los independentistas. Alguien tiene que decir quédense y no se vayan. En Escocia, la campaña del 'no' era 'Scotland we love you'. Aquí solo se ha dicho que una taza es una taza y un plato es un plato.