La velocidad a cámara lenta

Trabajan para el ojo humano, y eso no es fácil. Aunque muchos lo consideren un órgano perfecto, el ojo, la pupila, la vista tiene sus limitaciones, así que mejor ayudarle para que disfrute de las carreras de motos. La limitación de nuestros ojos es importante y la prueba es que seríamos incapaces de apreciar, con todo lujo de detalle, aquello que ocurre ante nuestras narices a 350 kilómetros por hora. Solución: paremos la acción, ralenticemos la velocidad y regalemos al limitado ojo humano el placer de ver cómo los neumáticos se retuercen, respiran como nuestra barriga, se arrugan y se pegan como un chicle al asfalto y cómo derrapan Casey Stoner y compañía.

La compañía Dorna, organizadora del Mundial de motociclismo y, muy especialmente, su departamento de televisión, no cesan de innovar. Tanto que, hoy en día, están incluso por delante de la realización televisiva de la F-1. Su última adquisición, o alquiler --pues, al parecer, cuesta un riñón--, es una cámara denominadaHigh Speed Slow Motion, capaz de grabar a 2.500 imágenes por segundo, cuando una cámara normal de TV graba a 25 imágenes por segundo. Ríanse ustedes de la cámara lenta, que no es otra cosa que una imagen normal ralentizada.

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