La vaca 'banya caiguda'

Ha regresado Pol Izquierdo con una nueva temporada de 'Veterinaris' (TV-3). En una masía de la Cerdanya, próxima a Puigcerdà, nos ha presentado el trabajo de un podólogo sobre las pezuñas de una vaca. ¡Ah! Estamos de acuerdo: un país sin callistas no sería un país, sería una tribu de salvajes. Los pies del animal quedaron fantásticos, pero nos ha extrañado en casa que Pol Izquierdo no nos haya hablado de la gran característica de esta vaca. Como pueden apreciar en el video adjunto, esta hermosa rumiante tiene un cuerno que señala al sur, y el otro apunta al noroeste. ¡Ah! Recuerdo que hace años, en una de las primeras operaciones de frontis que se hizo Yola Berrocal, salió en Crónicas marcianas a enseñar sus nuevas tetas y resulta que el cirujano se las puso mal: una miraba a Santander y la otra a Granada. Se tuvo que volver a operar. El caso de la criatura rumiante de la Cerdanya es distinto. A ella no la ha operado nadie. Sus cuernos han enloquecido sin intervención de ningún cirujano. Me hubiera gustado que Pol profundizase en el caso. Esta vaca, cuando a la caída de la tarde se recoge en el establo, es posible que se ponga a ver la tele para estar informada. Si es así, el trastorno de su cornamenta es explicable.

Por ejemplo, viendo cómo la tele ha manejado la conversación de Javier de la Rosa con el pequeño Nicolás. ¡Ahh! En 'Un tiempo nuevo' (T-5), como que tienen a Nicolás en exclusiva, lo volvieron a sentar en el plató y nos deparó otra sesión muy disfrutable. A la vista de los datos y grabaciones que aporta, cada vez hay menos opinadores que le consideren un farsante. O sea, que este muchacho debía trabajar para alguien importante. En 'La Sexta noche', como no tenían al pequeño Nicolás, suplieron su ausencia desgranando con detalle su conversación con De la Rosa. Y, además, lo ilustraron con imágenes de aquellos gloriosos años, cuando Pujol era todavía 'Molt Honorable', y De la Rosa un empresario ejemplar, y charlaban en el despacho presidencial. También vimos circulando por allí, entre Pujol y De la Rosa, a Carles Vilarrubí, una criatura de trayectoria apasionante que desde entonces ha prosperado una barbaridad: es vicepresidente de la Banca Rothschild, también del Barça, y le acaban de conceder la Creu de Sant Jordi.

¡Ahh! No le den más vueltas. Este golpe de hemeroteca que nos ofrecieron en 'La Sexta noche' yo creo que es la causa de la confusión de la cornamenta de la vaca de La Cerdanya.