Enrique Urbizu regresa con 'Gigantes'

En 30 años de carrera es la primera vez que Enrique Urbizu, que en los 90 puso patas arriba el anquilosado cine español ('Todo por la pasta'), tiene una silla en la que pone director. Él mismo así lo confiesa en mitad del rodaje de 'Gigantes', la serie que está rodando para Movistar+ y que se estrenará el año que viene. El realizador vasco -ultra dotado para el cine negro y las escenas de acción e intriga psicólogica- vuelve a la acción tras meterse en el bolsillo a los críticos, el público y los académicos con 'No habrá paz para los malvados'.

Ubicada en un Madrid chungo y castizo, 'Gigantes' es la "espeluznante historia" de una saga familiar. Un patriarca (Urbizu vuelve a contar con su actor fetiche, Jose Coronado) que es "la devastación moral hecha persona". Una persona criada entre chabolas, en el Rastro madrileño más bajo, en la España más oscura y que ahora mantiene un imperio del trapicheo en Lavapiés. El protagonista trata con absoluta crueldad a sus hijos y al resto del mundo. Marca Urbizu, vamos.

ÁRIDA Y SIN CONCESIONES

Basada en una ida original de Manuel Gancedo y ubicada en la época actual, estamos delante de una “serie seria”, según su director, que no firma el guion aunque lo asume como propio y que se ocupará de los primeros capítulos para dejar paso a Jorge Dorado ('El Ministerio del Tiempo').

“Mezclamos el melodrama familiar con el 'thriller'. 'Gigantes' es una serie árida en la que no hay concesiones. Una serie para un público adulto, una serie que no podrás ver si estás haciendo otra cosa, ya sea planchar o cocinar. Una serie con densidad, prestancia y elegancia y en la que abundan los personajes solitarios y desgarrados. Una serie rodada como cine”, afirma Urbizu (Bilbao, 1962). La primera temporada tendrá seis capítulos de 50 minutos cada uno.

No es la primera vez que el realizador de 'La caja 507' trabaja para la pequeña pantalla. Ya lo hizo en 'Películas para no dormir'. Su último trabajo, 'Las aventuras del Capitán Alatriste', le dejó un amargo sabor de boca. “Fue una experiencia frustrante de la que no quiero hablar más”, asegura sobre la malograda serie de Tele 5, productora con la que tampoco se puso de acuerdo para su siguiente proyecto tras la lluvia de Goyas de 'No habrá paz para los malvados'.

Dueño de una integridad absoluta como cineasta, el director se gana la vida dando clases de cine en la universidad. Ahí sí que les cuenta a los chavales la verdad de 'Alatriste'.