Una pérdida de tiempo: Eurovisión

Como ya viene siendo habitual, TVE ha conseguido situar a su abnegada cantante en los primeros puestos, empezando por la cola, del Festival de Eurovisión. Y como esa es la norma desde hace años, en el especialDestino Eurovisiónque presentóAnne Igartiburu -al concluir la gala- no vimos entre los invitados caras de decepción, o gestos de incomodidad y enfado. O sea, que esto ya se asume como una normalidad cósmica. Incluso la experta en festivales musicalesReyes delAmorle dijo aLucía Pérez, que estaba en dúplex desde Düsseldorf:«No te preocupes Lucía, piensa que ni Iva Zanicchi ni Olivia Newton-John pudieron ganar nunca Eurovisión». O sea, consolémonos. Hombre, cabe certificar queLucía Pérez es una criatura deliciosa, simpática y alegre, con una buena voz, y que seguramente el problema sea la canción que le ha tocado defender. Como advirtió uno de los tertulianos:«Si has defendido esta canción... ¡Puedes defender cualquiera!». Pues eso, efectivamente. Desde un punto estrictamente televisivo, en casa llevamos años pensando que este festival es una solemne pérdida de tiempo. No porque no se gane, sino porque nos aburre enormemente. El único incentivo de este año era intentar pescar alguna garbancera genialidad deJosé María Iñigoen calidad de comentarista. Pero su retransmisión fue plana, a veces desangelada incluso. Como no tiene la capacidad visionaria deJosé Luis Uribarri,ni siquiera pudimos disfrutar con las adivinaciones. Es decir, una larga sesión, una larga jornada televisiva, para llegar a ningún sitio.

MAFIAS -.Luminoso ha sido, en cambio, el tema que planteóRamon Colomen suMil.lenium(El 33): las mafias. ¡Ah! Reunió a su alredor a unas criaturas sabias en este asunto, comoDani El Rojo, protagonista en las mafias barcelonesas de los años 80;Santiago Tarín, periodista especializado en el tema;J. L. Melguizo, exagente del CNI y experto en mafias rusas, y el abogadoJosep Maria Loperena,que contó que en un viaje a Taormina llegó a conocer a un capo mafioso de envergadura. Parece que las mafias de hoy en día ya son como aquellas, tan cinematográficas, que nos contabaMario Puzo en su novelaEl Padrino. Hoy las organizaciones mafiosas se desparraman, arborescentes y temibles. Hoy las más peligrosas -advirtióTarín- son las que intervienen en sectores energéticos y contrataciones públicas. ¡Ahh!