ESTRENO

TV-3 mira por 'El retrovisor'

La tele autonómica hace un ejercicio de memoria colectiva en una nueva docuserie, que repasa las transformaciones más importantes en la vida cotidiana en los 30 últimos años

EL RETROVISOR

EL RETROVISOR / periodico

OLGA LERÍN / BARCELONA

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¿Cuáles eran los juegos que más triunfaban hace 30 años juegos que más triunfaban? Entre estos seguro que no pueden faltar la clásica caja de Juegos Reunidos, el Cluedo, la Magia Borrás y hasta el Cinexin... Y ¿quién no recuerda los caramelos Pez, las espirales de regaliz y los pastelitos de la Pantera Rosa? Y las máquinas de escribir Olivetti, el típex, el papel carbón... Son artilugios ligados a una época y que la docuserie 'El retrovisor' recupera desde este jueves, 19, en TV-3 (23.30).

La nueva producción -compuesta de 13 episodios de 25 minutos- pretende explicar los cambios más significativos en la vida cotidiana durante los últimos 30 años. "No es una evocación de la nostalgia -cuenta Miquel Garcia, jefe de Documentals i Nous Formats de TVC-, ni tampoco quiere quedarse con aquello de que cualquier cosa del pasado fue mejor. Buscamos un punto de equilibrio entre el divertimento nostálgico y el análisis de la vida cotidiana".

En cada entrega participan seis personas anónimas que comparten sus recuerdos y anécdotas personales sobre un tema concreto, como la infancia, la juventud, el proceso de buscar trabajo, las comunicaciones, las transformaciones de la ciudad y la moda. El programa ha entrevistado a alrededor de 75 personas, mayores de 35 años, que en algunos casos ya habían intervenido en algún espacio de la tele autonómica y cuyo testimonio está vinculado al tema de cada capítulo. 

'"LOS BASURILLAS'"

Sònia Cansado, directora de 'El retrovisor', destaca los tres ingredientes del programa: el "importante trabajo de documentación" para recuperar reportajes, noticias y anuncios del archivo de TV-3; las entrevistas y los artilugios. "Descubrimos desde el principio el protencial emocional que tenían los objetos, porque delante de uno la gente se transforma y queríamos explotarlo", admite. Los propios miembros del equipo y "otros recursos modernos" (léase plataformas de venta en internet) han contribuido a vestir un plató que evoca un almacén de trastos viejos y que va variando en función de cada tema. "Somos como 'los basurillas'", bromea la directora, todavía "impresionada" por la cantidad de trastos que la gente guarda en casa.