tú y yo somos tres

El 'tuppersex' de las indígenas 'himba'

FERRAN MONEGAL

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Como imagen televisiva de la semana rescatemos un tremendo momento: cuando a las abnegadas señoras indígenas de la tribuhimbales montaron una sesión detuppersex(Perdidos en la tribu, Cuatro). ¡Ah! A la vista de los tremendos falos que les iban sacando, las tribales criaturas al principio se asustaron. Quedaron horrorizadas. Decían, exclamándose de espanto:«¡Me da miedo! ¡Eso es vicio! ¡Eso tiene que doler mucho!»Pero luego, a medida que se fueron familiarizando con los juguetes peneales, y al descubrir que esos artefactos fálicos eran totalmente inofensivos, y que incluso se movían con mucha picardía impulsados por un motorcito, comenzaron a cambiar de opinión. O sea, descubrieron que ese invento de la civilización podría serles de alguna utilidad cuando regresen a su humilde poblado tribal. Y del espanto inicial pasaron enseguida al gozo y al recochineo y decían, absolutamente despendoladas:«¡Me encanta, me encanta! ¡Me lo voy a llevar a casa y le voy a decir a mi hombre que ya no le necesito!»y las señoras indígenas reían como descosidas, y el cachondeo era grande. Hombre, la sesión detuppersex, vista con ojos occidentales, ha sido divertida. Pero si estas damas acaban llevándose los falos a su poblado de Namibia, no garantizo que lapax familiarde la tribu siga estable. Esa exclamación de una de ellas («¡le voy a decir a mi hombre que ya no le necesito!») no sabemos si los pollastreshimbala van a metabolizar.

CASO CAMPANARIO -. La segunda declaración deMaría José Campanarioen el juicio que se está desarrollando en la Audiencia de Cádiz sigue provocando espasmos televisivos variados. La madrugada de ayer, enDEC(A-3 TV), tras pasarnos la declaración de laCampanarioen el juicio,Cantizanose dirigió al público asistente y preguntó:«¿Os ha resultado creíble?»Y la masa rugió«¡Noooo!»con una ferocidad bárbara. Esa misma noche, en elDeluxe(T-5) no se quedaron atrás. Contrataron al exjefe de policía de Ubrique,Carlos Carretero, encausado y pringado hasta las cejas en este caso. O sea, del tribunal de Cádiz al tribunal delSálvame. Y ahí sentado se sometió aBelén Esteban, que actuó en plan fiscal. Le interrogó con energía:«¿Cuánto le ha pagado el torero para que cambie su declaración? ¡Usted es el palmero de Jesulín!» Y el público también rugió encantado. ¡Ah! La tele sigue montando el circo de los juicios paralelos. Lamentable.