Triste cazadora

Reprochable ejercício el de21 días (Cuatro). Han disfrazado a la delicadaAdela Úcarde tremenda cazadora, armada con un fusil de verdad, de esos con mira telescópica, y la han puesto a abatir animalitos. La hemos visto disparándole a una pobre cabra montesa, dejándola mortalmente herida, siguiendo su sanguinolento rastro, y al final haciendose la foto, posando junto al cadáver de la bestia. Luego,la propiaAdela, exclamaba compungida:«Me siento muy impactada. Me siento mal. No he disfrutado en absoluto. Siento remordimiento». ¡Ah! pues cabe preguntarle: ¿por qué te has prestado, bonita? Hoy en día ya nadie con dos dedos de frente, con un mínimo de sensibilidad y de respeto, hace de la caza, de la muerte de animales a balazos, unshowtelevisivo. Cabe enmarcar este lamentable21 díasen la dinámica de la empresa que les cobija: la cadena Cuatro ya es 100x100 Tele 5, o sea, practica con obediencia el modo de hacer televisión que impulsa laberlusconianaempresa Mediaset. Y en vista de las informaciónes que aseguran que Tele 5 ha fichado aJesulín de Ubrique, y que le ha comprado unos rifles para sacarlo matando animales en África, los de21 días también han querido imitar el estilo para estar en sintonía.

EL SEXO Y LOS OFICIOS -.En un estimable programa que acaba de estrenar La 2 tituladoIgual.esnos han enseñado que en España la intolerable discriminación laboral por cuestión de sexo afortunadamente se está corrijiendo mucho. Nos enseñaron aAna, que es timonel de un submarino de la Armada; aLea, que es rejoneadora; aEva, que es bombera; aNatalia, que es domadora de grandes felinos; aArantxa, que es cabo militar y conduce un carro de combate. Reconforta este camino hacia la normalidad laboral, independiente del sexo que tenga cada criatura. Cabe no obstante imaginar la media sonrisa, triste, que habrá esbozado elPare Manelsi ha visto este programa. En el valioso texto del periodistaBuxedaPare Manel més a prop de la terra que del cel, hay entrecomilladas unas palabras de este heterodoxo y sensacional mosén que dicen:«Yo no tengo que hacer ningún esfuerzo intelectual para entender que una mujer pueda ser diácona. Es como si tuvieramos que plantearnos que una mujer pueda ser médico». Efectivamente. O sea que, en materia laboral, todavía no somos tanigual.es. ¡Ah! Buen tema de conversación con el cardenalSistach, que ha llamado al mosén a capítulo.