tú y yo somos tres

Toros en TVE: cafre regreso

FERRAN MONEGAL

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Con gran entusiasmo y satisfacción, el comentarista Federico Arnás (TVE-1) nos saludó ayer por la tarde, desde la plaza de toros de Valladolid, diciendo: «Hoy podríamos parafrasear a Fray Luis de León y a Miguel de Unamuno diciendo aquello de 'Decíamos ayer'». En un rapto de alegría inmensa añadió: «¡Después de casi seis años de ausencia vuelven los toros en directo a TVE! Vuelve por tanto el que es el segundo espectáculo de España, y que es un patrimonio cultural, económico, social, ¡y ecológico!» Y acto seguido -eran la seis en punto de la tarde- la televisión pública estatal ofreció a todos los niños de España la edificante fiesta de la sangrante tortura y muerte de unos cuantos toros, a manos de hombres blancos armados con puyas, banderillas, espadas y puñales de descabello. La recuperación del martirio y de la muerte como espectáculo televisivo es una gesta que hay que apuntarla al actual Gobierno del PP. Es una iniciativa estrafalaria y grotesca. No solo en lo humanístico, lo ético o lo estético. También es reprochable desde un punto de vista económico. Ahora que la corporación RTVE está sufriendo el recorte -el ahogamiento- más drástico y letal de su historia, la advertencia de la dirección de TVE de que solo ha pagado al equipo técnico y los desplazamientos de la corrida de Valladolid no nos tranquiliza en absoluto: solo eso ya supone un gasto enorme. Derroche que habrá que restar a los ya menguados presupuestos de los programas de información, de cultura o de entretenimiento de la cadena.

El Consejo Asesor de RTVE Catalunya -con un solo voto en contra: el del representante del PPC- pidió el lunes a los jefes de RTVE Madrid la desconexión de Catalunya de este cafre regreso. O sea, y por decirlo en términos taurinos, que nos dejasen en tendido sombra. En Madrid se han pasado la petición por el forro. El dato demuestra sordera y voluntad perversa. Pero no se trata solo de poner un toldo desde el Ebro hasta Portbou. El tema es haber metido a TVE en la máquina del tiempo para que haga un viaje hacia atrás, y que quede instalada en aquellos tiempos de la bárbara exaltación y didáctica de los novios de la muerte.

No desesperen, no obstante, los que consideran que martirizar a un animal no es un espectáculo que deba impulsar la tele pública. No descarto que la señora Merkel también rescate a los toros. Al fin y al cabo también son españoles.