CRÓNICA

Sidonie, pop con máscaras

El grupo mostró en el Palau sus diversos perfiles con aditivos carnavalescos

Marc Ros, durante el concierto de Sidonie en el Palau de la Música.

Marc Ros, durante el concierto de Sidonie en el Palau de la Música.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Marc Ros, cantante y guitarrista de Sidonie, avisó al comienzo del concierto: «Esta noche haremos mucha comedia». Y sí, hubo un poco de teatro, y bastantes máscaras carnavalescas entre el público, y las prometidas copas de cava, en el bar del Palau, para quienes aparecieron con ellas. Pero, sobre todo, fue un señor concierto de Sidonie en formato de gala. Con minutaje generoso (dos horas), canciones de ayer y hoy, pop, psicodelia y sitar en honor al admirado George Harrison.

Era su debut en la sala modernista tras 15 años de trayectoria, y en su cita con el Festival del Mil·lenni, Sidonie cuidó los detalles. El grupo barcelonés se basó en su disco de asentamiento,El fluido García, que reúne propiedades de todas sus etapas pasadas, entre el power pop y la exploración. El trío, reforzado por el asturiano David T. Ginzo a la guitarra, teclados y percusión, abrió con canciones nuevas (Alma de goma, Tormenta de verano) y recurrió con cuentagotas al repertorio de su primera etapa, más lisérgica y en inglés.Feeling down se coló entre piezas impetuosas como La sombra, Costa AzulyFascinado. Ros cedió la voz protagonista a Jesús Senra enLa huida, pero se quedó solo, sin sustento instrumental, para cantarGiraluna.

DESVARÍO Y PSICODELIA / Hasta ese momento, el concierto seguía un rumbo lineal, pero, a partir del ecuador, el grupo comenzó a soltarse. Primero, con unSidonie goes to Varanasicomo en los viejos tiempos, con los músicos camuflados tras máscaras y escafandras cósmicas. Luego, a través de la larga y evasiva Bajo un cielo azul, con guitarras acústicas, armonías vocales y sitar en manos de Senra.

De ahí, al baile colectivo enEl bosque, y citas a Queen y The Supremes entre los rescates deOn the sofaySidonie goes to Moog. En los bises, Sidonie paseó por la platea celebrandoCarnavalentre sus fans, y la lista de propinas se prolongó hastaEl incendio. Única cita de la noche a su penúltimo disco, en el que el grupo se embarcó en un pop diáfano e inmediato del que ahora parece distanciarse. Seguramente sea mejor así.