tú y yo somos tres

Seis corbatas negras

FERRAN MONEGAL

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Rápido, demostrando agilidad y buenos reflejos,Jordi Évole(Salvados, La Sexta) no dudó el jueves en aparcar un reportaje sobre la crisis que tenía prácticamente terminado y viajar inmediatamente a Euskadi, de nuevo, para pulsar sobre el terreno los primeros ecos de la rendición de ETA. Y naturalmente, el encuentro, la conversación, más interesante, y más esperada, fue con el presidente del PSE,Jesús Eguiguren. Y digo esperada porque fue precisamenteEguigurenquien le adelantó aÉvole, hace exactamente un año (Salvados, noviembre del 2010) que ETA dejaba las armas («Batasuna ha decidido que se acabó. Eso no es una opinión, es un dato. Final de ETA, por Navidades. Ya»). AhoraÉvoleencontró a unEguigurendistinto. Parecía cansado, agotado. Le preguntó:«Oye, ¿por qué te han dado tanta cera?».O sea, ¿por qué siempre te han molido a palos? Y el político contestó:«Pues sí. Un día pasaré factura al Gobierno socialista. Las hostias que me han dado a mí iban dirigidas a Zapatero y a Rubalcaba». Pero el momento más intenso de este encuentro deÉvolecon quien probablemente pasará a la historia como el último negociador, el último mediador, fue cuando le pidió que recordase aquel momento, tremendo, con el etarraThierry, cuando se rompieron las negociaciones. RecordóEguiguren:«Le dije, 'Si rompes la tregua te vas a pasar el resto de tu vida en la cárcel'. Y él me contestó: 'Y tú vete comprando seis corbatas negras'. Me las tuve que comprar. A un compañero, Isaías Carrasco, compañero del alma, lo mataron. Delante de mi mujer».

Este nuevo viaje deÉvolea Euskadi se enmarca dentro del planteamiento útil, lúcido, ágil, que la cadena La Sexta ha demostrado tras el comunicado de rendición etarra. Aquella misma tarde del jueves, el programaAl rojo vivo, que dirige y presentaAntonio García Ferreras, fue el único referente televisivo de información y de análisis que tuvimos. No se limitaron a incrustar conexiones esporádicas, sino que levantaron toda la programación hasta enlazar con los informativos. Y luego, a medianoche, volvióGarcía Ferreras de nuevo con otro especial informativo hasta la madrugada. Allí le vimos practicar un ejercicio sanísimo: el periodismo comparado, el análisis sobre las portadas de los diarios que acababan de salir de rotativas. Hubo tristeza, y vergüenza periodística, ante algunas portadas tramposas y mezquinas.