tú y yo somos tres

Sedientos y sin agua

FERRAN MONEGAL

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Como que el diputado socialista por la Comunidad de Madrid, el economistaAntonio Miguel Carmona, se ha transformado en una criatura fija en los debates deEl gran debate(T-5), de vez en cuando ameniza sus intervenciones ofreciéndonos un pintoresco plus visual, un posturismo con objetos cotidianos, que pretende ser didáctico. El sábado, por ejemplo, para explicar lo mal que estamos, se hizo colocar en la mesa, delante de él, una jarra llena de agua y tres vasos que representaban a Alemania, a Italia y a España. ¡Ah!Carmona, como un fantástico prestidigitador, iba jugando con los vasos y el agua de la jarra. Parecía elMag Laricuando empieza a sacar conejos del sombrero sin parar. El vaso alemán lo dejó rebosante de agua. Era un vaso fantástico. Completo, lleno, abundante. El vaso italiano quedó con solo un cuartillo de agua. O sea, un vaso tristón, raquítico, con apenas un culito de líquido. Pero lo tremendo fue cuando agarró el vaso español. ¡Ahh! Lo levantó, le dio la vuelta, y no caía nada. Estaba más vacío que el aeropuerto deFabra. YCarmonadisfrutaba con esta didáctica en forma de parábola. Hombre, visualmente hablando la escenografía ha sido infantiloide. De kindergarden. Pero es ilustrativo comprobar cómo se esfuerza este opinador y debatidor por imprimir a sus intervenciones un poco deshowvisual. La tele es imagen yshow,ergohagamos espectáculo. Eso le ha reportado, además, una atención superlativa por parte de las cámaras:Carmonafue esa noche la criatura más protagonista del debate. En vista del éxito es posible queJordi Gonzálezhaya tomado nota, y quizá la próxima semana impulsará a los otros debatientes a que también hagan algo. Como que España seguirá sedienta, podrían simular una escena en el desierto del Sahara.Pilar Rahola, por ejemplo, podría aparecer en plan beduina extenuada implorando agua. YJordi, cabalgando sobre un camello, vestido deLawrence de Arabia, socorriéndola con una cantimplora. Imagen yshow. Ánimo.

BALBÍN .- Más tarde, en plena madrugada, aparecióBalbín. ¡Ah! Hacía tiempo que no pisaba un plató este periodista. Se le preguntó si sería posible volver a hacerLa clave. Contestó:«Aquellos mismos políticos que pedían ir a mi programa hoy no quieren que vuelva. La mediocridad se ha posado sobre la política, y sobre el periodismo. Hoy no van a debatir, van a pegarse».Showe impacto.