Lluís Homar: "Me apetecía hacer un personaje sin malicia"

El actor catalán es el nuevo metre del 'Gran Hotel' de Antena 3 TV

Lluís Homar

Lluís Homar / periodico

MARISA DE DIOS / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de encarnar al despiadadoGalba de 'Hispania' e 'Imperium'y de su breve intervención en el final de temporada de 'Polseres vermelles',Lluís Homar ha vuelto a la tele para convertirse en el servicialnuevo metre del 'Gran Hotel' de Antena 3 (martes, 22.40 horas). Y parece que ya se ha disparado la química con la dueña del lujoso establecimiento, doña Teresa (Adriana Ozores).

-Parece que su relación con doña Teresa no va a ser la típica entre la propietaria del negocio y su subordinado.

-Con ella hay una sintonía desde el minuto cero. Puede ser el principio de una gran amistad (ríe).

-En el Gran Hotel todos los personajes esconden algún secreto. ¿También Jesús?

-No me extrañaría que tuviera alguno. De momento, no sé cuál es, pero seguro que sí que tiene.

-Antes de fichar por la serie, ¿la seguía?

-Dentro de lo que me permitían mis horarios. Pero la conocía porque es la misma productora con la que trabajé en Imperium e Hispania.

-¿Qué era lo que más le gustaba de ella?

-Es una serie en la que todos los elementos suman, y suman bien. La fotografía, la luz, el vestuario... La factura marca un nivel poco habitual en lo que son las series hechas aquí. Y la trama es bastante intensa. Creo que para Antena 3 es un poco una tarjeta de presentación para mostrar hasta qué punto puede estar cuidado un producto.

-Su personaje se ha incorporado a la serie después de la muerte de Juan Luis Galiardo, que interpretaba también al metre que sustituyó a Benjamín.

-Sí. Con Juan Luis coincidí en la miniserie sobre el 23-F. Para mí coger su testigo es como tenerle siempre presente, saber que él está detrás, para rendirle este pequeño homenaje íntimo de respeto. Porque estoy ocupando un sitio que seguramente, si estuviera vivo, sería suyo.

-Su último papel televisivo, el Galba de 'Hispania' e 'Imperium', no era muy querido.

-¡Pues a mí Galba me dio muchísimas alegrías! Los malos todavía tienen esa dualidad. Por un lado producen rechazo y, a la vez, provocan una cierta fascinación. Me lo pasé muy bien haciéndolo y tuvo reconocimientos. Fui afortunado al poder interpretarlo.

-Así que le gusta hacer de malo...

-Al interpretar un personaje así tienes como una libertad. Es como jugar a ser alguien que se lo puede permitir todo. También hay otros personajes que me gusta hacer, no es que solo me gusten de ese tipo.

-¿Está contento con el cambio que representa Jesús?

-Mucho. Me apetecía interpretar a una buena persona, a alguien que se preocupa por lo que le pasa a los demás, a un personaje blanco y sin malicia. Supongo que viniendo de lo que venía, es la cosa del contraste.

-Hace dos años que no participa en proyectos cinematográficos...

-La última película que hice fue 'The Pelayos'. Eso va como va. Además, en estos momentos se está haciendo poco cine. Comparado con unos años atrás, hay pocos proyectos. Espero que esta situación no dure mucho. Tampoco es una queja, es solo un comentario.

-Pero sorprende que lo diga alguien con su trayectoria y con un Goya en el bolsillo (como mejor actor de reparto por 'Eva').

-Es un reflejo de cómo está el sector. Hay muchos profesionales en esa situación, no solo actores, también técnicos, gente de producción... Además, yo era como un recién llegado al cine, toda la vida había hecho mucho teatro. Aunque espero poder seguir haciendo cine porque me gusta mucho.