tú y yo somos tres

Conmoción en el Sáhara

FERRAN MONEGAL

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Con la pareja conformada porRaquel Mosquera yLeticia Sabater, la cadena Cuatro se ha asegurado el más absoluto despiporre, el surrealismo petardístico ideal, para que su nuevo estreno,Expedición imposible, entretenga al personal y haga que nos desternillemos en casa. ¡Ah! Qué dueto el que estas dos señoras han logrado. La acción de este concurso por etapas -antes lo llamábamos yincana-, sucede en la zona marroquí del Sáhara. O sea, arena, sed, sudor, camellos y mucho desbarre. En realidad, es una variación sobre la marcha delPekín exprés, con la novedad de que ahora han incrustado a famosetes habituales del grupo Mediaset (T-5, Cuatro, etc.) para buscar una sinergia con esas criaturas que tantas veces han servido de carne de cañón en sus programas. Han contratado al primer ganador de laratomaquia Gran Hermano,Ismael Beiro, a su excompañeroIván-que por cierto, ambos ya han sido expulsados-, también aDaniy aDavid, de¿Quien quiere casarse con mi hijo?; aRocío Madrid, ex deCrónicas marcianas; aÀlex, de la primera edición deOperación Triunfo... O sea, una selección de material humano que ha sobrevivido a los distintos horneados que esta fábrica de hamburguesas televisadas ha practicado sobre ellos a lo largo de los años. El conjunto no es hiriente. Es disparatado. Pero absolutamente inofensivo. Excepción hecha de la conmoción que está sacudiendo ahora mismo a toda esa zona de Sáhara ante las garbanceras piruetas de la pareja estrella,RaquelyLeticia, en plan beduinas de sauna doméstica de barrio. Decía la Sabater, nada más pisar la ardiente arena del desierto:«Tengo un dolor de culo, mejor dicho, de ano, con perdón, que no te puedes imaginar. Desde que he llegado aquí he tenido que ir a cagar unas 150 veces, ¡en un día!». Y laMosquera, que es dama sensible, se estremecía horrorizada. Pero luego tuvieron una alegría muy grande cuando descubrieron a dos bereberes en las dunas, que les estaban mirando con una insistencia bárbara. Seguramente eran dos figurantes disfrazados, puestos allí por los servicios deatrezzodel programa. Y ellas les dedicaban posturitas, les hacían guiños, y les decían«¡Salam aleikum, ¿vamos a la discoteque?!». ¡Ahh! Aquellos dos indígenas aguantaron con un estoicismo admirable, lo cual cabe suponer que la soldada que recibieron era importante.

Esperamos grandes gestas deLeticiay deRaquel. Los camellos y dromedarios flipan alucinados.