tú y yo somos tres

Pipi y sus circunstancias

FERRAN MONEGAL

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Nunca ha sido tan oportuna, tan aplicable, la celebérrima frase deOrtega y Gasset«Yo soy yo y mi circunstancia»como en el caso dePipi Estradala madrugada de ayer enEnemigos íntimos(T-5). Dado que este acreditado pollastre -se hizo famoso por sus andanzas por la playa con supipón al descubierto-, y a la vez notable periodista de deportes, dado que esta criatura, les decía, convivió durante tres años conTerelu Campos,le pusieron la comentadísima portada que acaba de protagonizar su ex enInterviú, y le pidieron que la fuese pespunteando.

¡Ah! Primero tuvo palabras muy hermosas paraTerelu.Dijo que era una mujer muy guapa, muy atractiva, y que sigue manteniendo la esencia de esa belleza. No obstante, poco a poco,Pipi se fue calentando, quizás influenciado por los rótulos que el programa iba colocando por debajo de la pantalla, supuestas declaraciones del propioPipi,entrecomilladas, del tipo«Seguro que muchos hombres en este país van al baño cuando ven el posado de Terelu»o esta otra frase, que luego él repitió («Terelu era la musa tapada de Botero»), y que si yo fueseTerelu,francamente, no sabría cómo tomarla. O sea, que efectivamentePipise fue escalfando y acabó aflorando una tristeza, un desasosiego, que por lo visto le reconcome y le invade, y concluyó con gran sentimiento:«Para ella es como si yo no hubiese existido. Nada. Me ignora. No me considera. Y yo estoy legitimado porque... ¡ese cuerpo yo lo he visto desnudo muchas veces!».¡Ahh! Llegados a este punto tomó la palabra su actual pareja, la famosa exporno-starLucía Lapiedra,hoyMiriam Sánchez, que está en la nómina de cotillas del programa, y exclamó:«Pues yo, que llevo hechas cinco portadas de Interviú, debo decir que lo de Terelu es engañoso: ¡no enseña ni los pezones ni nada!», y se armó un revuelo fantástico. Hombre, la sesión, bien mirada, ha sido un poco garbancera, la verdad. Pero esa imagen, ese instante, dePipipasmado, boquiabierto, ante las portadas deInterviúque su ex, y su actual, han protagonizado, tiene un punto filosófico netamente orteguiano.

Es indiscutible que la vida televisiva dePipi Estradaviene marcada por el esplendor deTerelu Campos yMiriam Sánchez,sus dos circunstancias. Y precisamente aquella máxima queOrtega predicaba («La realidad circundante forma la otra mitad de mi persona») adquiere enPipiun regusto inquietante: entre glorioso, cómico y dramático.