La peluquera de Triana

Abandonan el camino de las perrerías canallas. Ya no hay tortura ni risotada, ni befa, sobre los concursantes. También han abandonado el estiloRistoque tanto tiempo han impulsado: ahora el jurado ya no hiere ni machaca. En realidad, ni siquiera quieren ser jurado, nombre del que abominan, y prefieren que les llamencoach, es decir, tutores, compañeros amables y fraternales. O sea, que T-5 ha realizado una interesante mutación con estetalent showque acaba de estrenar bajo el título deLa voz: imita a A-3 TV y se instala, momentáneamente, en lo blanco. Sin mofas. Sin escarnios. Buscan la emoción. A veces incluso de forma implacable. Pero sin las mezquindades de antes. Trabajan a fondo los entornos existenciales de las criaturas que concursan: el padre, la madre, la abuela... Tienen -aledaña al plató- una salita rotulada, precisamente,La sala de las familias, donde los familiares son depositados para que les podamos ver llorar, gritar, animar... YJesús Vázqueza su lado, interpretando el papel de estimulador, o sea, fabricando el trampolín para que la emoción fluya y se desparrame por nuestra salita de estar. También dispensa este programa vídeos sobre la vida de alguno de los aspirantes que intuyen que pueda dar repuntes pintorescos. Es el caso de la más veterana de las concursantes,Mercedes, de 66 años, que la pillaron de improviso en su peluquería de Triana, con los rulos puestos, y proporcionó un momento de frenesí muy pictórico y aprovechable. Es decir, que los constructores deLa vozesta vez se han esmerado en fabricar un producto afectuoso, afable, familiar. Es un registro en el que Tele 5 no tiene gran experiencia. Quizá por eso, por esa búsqueda de lo inofensivo, se han olvidado un poco de la base del programa: la música. A cada concursante solo le dejaron cantar durante 90 segundos. Ni siquiera una canción entera. Espero que en próximas ediciones les permitan hacer eso para lo que han sido seleccionados: cantar.

Al margen de este oasis deLa voz, el área caníbal que impregna Tele 5 está ahora trabajando a fondo dos escenarios. Por un lado, la cansina martingala sobre los cuernos deRosa Benito, fiesta taurina que tendrá su gran apoteosis cuando aparezcaAmador Mohedanoen la plaza. Y por otro, el calvario deOrtega Cano, vía crucis salpicado de demandas judiciales. Este es el paisaje. Hombre, algo tenían que inventar después de queBelénEsteban se haya cogido la baja por larga enfermedad.