Juan Ramón Lucas: «En este oficio siempre debes tener la maleta preparada»

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OLGA LERÍN / BARCELONA

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Ha estado dos años y medio alejado de las ondas, de donde dsalió por la puerta de atrás por culpa de una decisión con aires políticos. Ahora ha regresado a Onda Cero con el magacín matinal 'Más de uno'.

-¿Tenía mono de radio?

-Mucho. La gente me decía todavía: «Te echamos de menos en la radio». Y yo les respondía: «Y yo os echo de menos a vosotros». Hasta hace unas semanas, en mi Twitter tenía escrito: «Pronto volveremos a encontrarnos en la radio». No era porque estuviera negociando, sino una aspiración.

-Y eso de hacer tándem matinal con Carlos Alsina, ¿cómo lo ve?

--Estoy encantado. La fórmula de partir la mañana responde más a la realidad de lo que es la expectativa del oyente. Tenemos un concepto similar de lo que es la radio: más cercana al relato de la actualidad, con mayor participación de los oyentes y en un tono de entretenimiento.

-Esta bicefalia es la fórmula que utilizan ya la SER y la COPE. ¿Es hacia ahí a donde había que ir?

--Sí, porque cuando entras a las seis de la mañana y les hablas de una manera a los oyentes, estás mostrando un respeto y una consideración que tienes que mantener también a las 11.50 y, a veces, es muy difícil, porque a esa hora estás agotado. Desde el punto de vista del biorritmo de la sociedad a la que te diriges, el país no es igual a las ocho de la mañana que a las once, el público, la vida y el ritmo son diferentes y, por tanto, la radio, que no es otra cosa que parte de ese ritmo vital de la sociedad, debe ser diferente.

-Al entrar a mitad de la temporada, ¿no se considera un sustituto?

-No. En este oficio siempre debes tener la maleta preparada, tanto si estás trabajando, para salir, como si no lo estás haciendo, para entrar. Empezar a la mitad es una posibilidad. Nunca lo había hecho. Pero, al final, el producto que vas a hacer es tu producto, el de tu equipo y el de la marca que te acoge. No me parece mal entrar así.

-Tomar el testigo de Carlos Herrera no debe de ser fácil...

--Sustituirle es como un fin de ciclo. Herrera es, ha sido y será un referente. No tengo la sensación de que tenga que ser Herrera ni que la gente me vaya a juzgar por no serlo. Voy hacer las cosas lo mejor que pueda: coger lo bueno -que es mucho- que él deja, mantenerlo y aportar lo que yo sea capaz de aportar.

-Él dejó las mañanas de Onda Cero en segunda posición. ¡Vaya presión!

--Nadie me ha dicho que la mantenga, que no me preocupe o que me preocupe. No siento esa presión. Y Alsina, tampoco. Me gustaría no perder muchos oyentes, pero entiendo que haya gente que no se sienta tan cercana al no estar Herrera.

-¿Se ha quitado la espinita de su cese de En días como hoy, en RNE?

--Es verdad que me pilló con la maleta sin cerrar, pero no me quito ninguna espina, porque son ciclos.

-¿Guarda algún rencor?

-Eso nunca. No soy rencoroso. Confieso que no fue grato. Lo pasé mal, porque fue un cambio sin sentido: íbamos bien, el programa tenía un enorme apoyo popular y audiencia. Era un concepto de radio pública que me parecía muy eficaz. Acabar de aquella forma me descolocó.