Tensión hasta el último minuto, en 'Nit i dia'

“Es un final inevitable, el único posible y coherente con lo que hemos explicado, y muy bien resuelto”. Así de claro se pronuncia el cineasta Manuel Huerga sobre el desenlace de la serie de TV-3 ‘Nit i dia’,‘Nit i dia’, que él ha dirigido, junto a Oriol Paulo, y que este lunes (22.40) acaba recorrido. Aunque la identidad del malo de la película ya se conocía desde el minuto cero, eso no quita ni un ápice de suspense a la trama, en la que forenses, policías y jueces han convivido semana tras semana con la realidad más oscura tanto fuera como en su propio interior.

El equipo del 'thriller', una producción de TVC en colaboración con Mediapro, tuvo la oportunidad el pasado lunes de realizar un visionado de esa última entrega y, aunque la mayoría ya conocía por dónde iban los tiros, el impacto visual no fue poco. “Es un epílogo y tiene clímax y anticlímax, aunque deja alguna puerta abierta”, insiste Paulo. ¿Preparando el terreno para una segunda temporada? La respuesta del director de 'El cuerpo' es contundente: “Por nuestra parte, sí, pero con puntos suspensivos… Escribimos los guiones con la voluntad de que la serie tuviera un inicio, un nudo y un desenlace”.

TRABAJO NOVEDOSO

Tanto Huerga como Paulo hacen especial hincapié en el elemento novedoso que ha aportado ‘Nit i dia’ al ámbito de la ficción. “TV-3 ha hecho un paso importante a la hora de romper determinadas barreras”, comenta el director de ‘Salvador’, mientras Paulo destaca que han podido trabajar “sin ningún tipo de censura”.

El capítulo del pasado lunes volvió a dejar al telespectador con el alma en vilo tras el suicidio del juez Cases (Mario Gas), pero también provocó algunas protestas entre la comunidad tuitera por la calidad de los ‘chromas’ (imagen artificial de fondo). “En las series americanas también pasa a veces”, comenta Paulo –que ha dirigido cuatro de los 13 episodios, entre estos el último-, quien también explica que algunos desajustes en la sonorización se subsanaron durante las primeras semanas: “Trabajamos con mucha presión temporal. El último episodio lo acabamos de sonorizar hace solo dos días. Hemos hecho un esfuerzo titánico, porque hemos triplicado el volumen de secuencias habitual”.

Uno de los que chupa más plano en esta despedida es, obviamente, Marc Martínez, que da vida al turbador ‘mataiaies’, Marc Ramos. El actor asegura que ha puesto “todo el corazón” en este trabajo. El hecho de que su condición de asesino se desvelara al principio es, en su opinión, una ventaja: “Hemos necesitado 13 capítulos para demostrarlo, pero así Sara (Clara Segura) comparte el sufrimiento con los telespectadores”.

GENTE "MUY SONADA" 

Con un poco más de pelo que en 'Nit i dia' –“La gente solo me reconoce por la calle cuando hablo”, apunta-, Martínez reconoce que ha tenido al personaje “absolutamente” a su favor y que en la vida real ha conocido a muchos psicópatas: “De pequeño, había gente muy sonada en mi barrio y había pasado mucho miedo”. “Cuando Lluís (Arcarazo, uno de los creadores) me ofreció el papel dijo que quería que hiciese de hijo de puta, pero yo no me veía construyendo un personaje tan hierático, así que en las pruebas fui a tope”, confiesa.

Sobre el final, Martínez expone que se ha quedado "boquiabierto, también, por toda la progresión". "Soy un mal adivino y me he equivocado en todo", corrobora.

Su contrapunto en la ficción, Sara, experimenta la angustia al cuadrado en la última entrega, tal como quedaron las cosas en el capítulo anterior. Segura, que ha dado cuerpo y alma a la forense, lanza una advertencia: “Es un puñetazo en el estómago, porque el espectador se espera un gran golpe de efecto y, tal vez, no se quede convencido. El episodio no se ha hecho desde el cerebro y lo vomita todo. No hay vuelta atrás”. El cronómetro empieza a contar para el 'mataiaies' y su séquito...   

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