tú y yo somos tres

Movilizan peones en favor de A. R.

Sandra Barneda, en su 'papelón' de 'La noria' (Tele 5).

Sandra Barneda, en su 'papelón' de 'La noria' (Tele 5).

FERRAN MONEGAL

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Se ha especulado estos días sobre un posible enfado de Ana Rosa Quintana con la cadena para la que trabaja, o sea, con la propia Tele 5. Al parecer considera que la han apoyado poco en su más que discutible y reprochable entrevista pressing con Isabel García, la mujer de Santiago del Valle. El tema está ahora en manos de una jueza que intenta dilucidar si la reina de las mañanas cometió algún delito, pero T-5 ya ha reaccionado y ha mandado a los que elaboran la papilla de La noria que hagan algo para contentar a su indiscutible estrella matinal. Y efectivamente, el sábado la productora La fábrica de la tele aleccionó y guionizó convenientemente a sus obedientes peones para que dieran una alegría a Ana Rosa. En esta labor de maquillaje y trampantojo se ha distinguido Sandra Barneda, criatura que viene demostrando que a cambio de una soldada hace lo que le echen, sin manías ni problemas. Su trabajo ha consistido en silenciar totalmente el objeto de la acción judicial sobre Ana Rosa, tapar las sospechas de «detención ilegal, coacción y vejación» que la jueza intenta esclarecer, y callar acerca de lo que declaró A. R. en el juzgado, aquellas pintorescas justificaciones que nos detallaron en La Sexta noticias y que consistieron en alegar que ella llega al programa cada mañana sin saber nada de nada y que se limita a leer el guión que le mandan leer. De todo eso, Sandra Barneda ni pío. En cambio se llenó la boca recitando el telepronter y diciendo: «¿Por qué la prensa realiza un juicio paralelo a Ana Rosa? ¿Qué hay detrás de las desmedidas críticas de algunos medios a Ana Rosa y a su trabajo de investigación? ¡Les recuerdo que el programa de Ana Rosa es líder de las mañanas desde hace seis años! ¿Tiene esto algo que ver con las críticas?». O sea, que a los que escribimos sobre el tema lo que nos pasa es que nos corroe una envidia pavorosa. ¡Ah! Tiene mérito el papelón de la Barneda. Trabajito que remató Jordi González, inmediatamente, pidiendo a la madre de la pobre niña asesinada Mariluz, la señora Irene, que la tenía en el plató, que opinase sobre la buenísima labor de Ana Rosa y se sumase a su defensa.

Llegados a este punto de manipulación, tergiversación, ocultación de parte de la realidad, verdades a medias y utilización de personas -estilo típico y habitual de La fábrica de la tele- cabe preguntarse si Ana Rosa Quintana habrá quedado contenta con este singular macramé que le han hecho los peones de La noria.