Un minuto de fuga

Maestros en la fabricación del buñuelo de viento, es decir, artistas en el arte del relleno con la nada más absoluta, ha construido Tele 5 un programa de tres horas tituladoIñaki y Cristina responden, título que también tiene gran mérito porque ni el uno ni la otra han respondido. Tres días apostados con las cámaras en Washington, una carrerita deUrdangarín corriendo por la acera al advertir que Tele 5 le seguía, y tres frases de la infantaCristinapillada de improviso en el interior de unmarket del barrio de Bethesda («Lo que quiero es que me dejen vivir tranquila, ¿vale? /.../ Estamos intentando llevar una vida normal y ustedes no nos dejan /.../ ¿Creen que se puede vivir así?»), o sea, y cronómetro en mano, aproximadamente con un minuto de espejismo, ha logrado Tele 5 hacer maravillas. Comenzaron a las diez en punto de la noche calentando motores durante media horita, lanzándonos el anzuelo con la carnaza adherida («¡Hemos viajado 6.000 kilómetros en busca de respuestas! ¡Declaraciones exclusivas de la Infanta! ¡Iñaki nos ha decepcionado mucho! ¡Ha tenido una reacción impropia de un miembro de la familia real española!»); y luego, a las doce de la noche, ¡patapam!, dos horas y media con los cotillas en el plató comentando ese buñuelito relleno de vacío, ni siquiera de humo, con frases del tipo:«¿De qué tiene miedo Iñaki? /.../ ¡Iñaki huye literalmente de nuestras cámaras! /.../ ¡Corre despavorido por las calles de Bethesda!»,y así, dale que te pego, hasta casi las tres de la madrugada del siguiente día. Hombre, hay que descubrirse. Sin haber en este simulacro ni un ápice de interés informativo, ni un miligramo de periodismo, han conseguido que un millón y medio de hambrientas criaturas nos quedásemos delante del televisor mascando el aire, el vacío. Parece increíble.

EL CASTIGO.- De los restos que todavía quedan del área de Nous Formats (TV-3) -taller de ideas que se impulsó en época dePaco Escribano,pero que hoy parece zona menguante y sin oxígeno-, acaba de surgir una estimable serie-veritétituladaMestres. Esta semana, reflexionando sobre el concepto de castigo a los alumnospasotas, faltones y díscolos, nos han enseñado que en el Institut El Pedró de l'Escala redimen a sus estudiantes más rebeldes obligándoles a hacer trabajos sociales fuera del horario escolar. ¡Ah! Admirable sistema. Quizá también serviría para los del buñuelito de Tele 5.