tú y yo somos tres

Metafísica del olor a pies

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde queUsun Yoon

(El intermedio, La Sexta) meses atrás, fue a París a visitar aFernando Arrabal, se han convertido los dos en una rarísima pareja televisiva. Unacouplemediáticapatafísica, valiosa y potentísima. No podría decirles quién persigue a quién

-yo creo que ambos se van persiguiendo mutuamente-, pero la verdad es que se van encontrando por el mundo y nos deparan sesiones que ya las quisieran para sí los fundadores del teatro del absurdo. El otro día,Usunle visitó en el Teatro Zorrilla de Valladolid, donde aArraballe han resucitado su obraEl jardín de las delicias, pieza clave de suteatro pánico, inspirada en el tríptico homónimo del holandésHieronymus Bosch(El Bosco). Sentados en la platea del teatro,UsunyFernandocharlaban. Bueno, charlar es un decir, porque entre ellos no hay diálogo posible, sino golpes de surrealismo bárbaro. El tema principal fueron los pies deArrabal, y en concreto esa disciplina que sigue a rajatabla y que consiste en lavárselos solo los miércoles, exactamente los miércoles, de cada semana. ¡Ah! Cómo flipaban los dos, y cómo nos divertíamos nosotros, con la teatral excentricidad de ese instante. Para mayor plasticidad, y en bien del espectáculo visual,Arrabalno tardó en quitarse los calcetines y plantarle los pies aUsuna la altura de su nariz. Y ella los olía con fruición y exclamaba:«¡No huelen!», yArrabal, contrariado, remataba:«Es raro. Me estaré haciendo viejo»y a partir de ahí, de los pies y de su olor, edificó el dramaturgo una despendolada metafísica del aseo personal, basada en la ausencia total de ducha o de baño que, según él, es cosa de gente bárbara y origen de muchas infecciones y catástrofes. ¡Ah! MientrasArrabal, eufórico, iba lanzando sus extravagancias, yo entrecerré los ojos y me pareció que aquel verbo me trasladaba a las épocas doradas delosismos, aquellos años en que fenomenales criaturas -desdeTristan TzaraoJean Harp, hastaSalvador Dalí- disfrutaban haciendo aquello que se llamóépater le bourgeoise, un arte que exigía mucho talento e ingenio, y que hoy ya no existe por falta de materia prima, y por exceso de burricie general.

¡Ahhh! Ahora que el potente grupo multimedios Planeta ha comprado La Sexta para incrustarla en el universo A-3 TV, sería deseable que programas comoEl intermedio, oSalvados, no solo se mantuvieran sino que fueran impulsados con mayor potencia si cabe. Son de una rareza colosal. Valiosísima. Inestimable.