PRODUCCIÓN DE ÉXITO

El Merlí más cañero vuelve a las aulas

OLGA LERÍN / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No había alfombra roja, pero casi… La expectación que este miércoles ha despertado la serie de TV-3 'Merlí'. Los jóvenes protagonistas, los peripatéticos del siglo XXI, con el ficticio profesor de filosofía Francesc Orella al frente, han hecho un alto en el rodaje de la segunda temporada de la exitosa ficción para dar cuatro pistas sobre el porvenir de los inquilinos del instituto Àngel Guimerà. Los actores se han tenido que morder la lengua, porque la ley del silencio impera: los ‘spoilers’ podrían jugar una mala pasada a la producción estrella de la tele autonómica.

En la desaparición y entrada de personajes es donde se concentran las novedades de las 13 entregas que componen el siguiente curso. Merlí seguirá mostrándose como un personaje rotundo y peculiar, que azuza a sus alumnos a través de la filosofía. Pero ahora le va a salir una competidora femenina, una nueva jefa de estudios, Coralina, a la que da vida la veterana Pepa López, “una mujer íntegra, muy sarcástica y con mucha ironía”, según cuenta la actriz. Y atención al ‘spoiler’: “¡No hago ‘merlinadas’!”

OTROS PROFESORES

A López, se suman Ferran Rañé, en el papel de Millán, el nuevo ‘profe’ de Literatura Castellana (toma el relevo de Pep Jové); Sandra Monclús, profesora de Inglés, que sustituye a Mar del Hoyo; Laia Manzanares, en la piel de Oksana, una alumna de origen ucraniano, y León Martínez (hijo en la vida real del 'mataiaies' Marc Martínez), que interpretará al hermano de Marc (Adrian Grösser).

“Soy la nueva adquisición –dice la risueña Manzanares, también en el reparto de ‘Cites’-; Una  tía cañera que llega por todo lo alto en el primer capítulo”. Y cambio de tercio: el temido ‘spoiler’ vuelve a planear en la sala de la escuela Vitae de Barcelona, donde se inició el rodaje, el pasado 2 de mayo.

Eduard Cortés, director de ‘Merlí’, define la segunda temporada como “más intensa”. “Muchas tramas han evolucionado; otras se han abierto y el punto de partida es diferente al del capítulo uno. Desde el inicio hay mucho drama y conflicto”, promete.

EXTERIORES

Merli sacará más a sus alumnos del aula. “Las clases serán más gamberras”, asegura Héctor Lozano, guionista y creador de la serie de TVC, producida por Veranda TV. Así, el profesor se llevará a su joven séquito a lugares como un vertedero o un centro comercial. Y allí ejercerá su magisterio sobre nombres de la talla de Descartes, Kant, Proust, Hiparquia y Judith Butler, entre otros.   

En esas excursiones a exteriores se ha producido alguna anécdota (aquí el factor 'spoiler' da una corta tregua), como la que cuenta Carlos Cuevas, el guaperas Pol, origen de algunos de los males de Bruno (David Solans). “En la primera semana de rodaje estábamos en un lugar real y, como ahora la serie es conocida, había mucha gente mirando. Al final, se tuvo que poner una lona negra para que no hicieran fotos… ¡Como en ‘Juego de tronos’!”, explica a carcajadas. Por cierto, Pol seguirá en sus trece como el tipo “inquieto y seductor nato” que es.

LA BUENA ACOGIDA DE LA AUDIENCIA

El hecho de contar con el beneplácito de la audiencia (la serie se emite en estos momentos en La Sexta) no parece afectar demasiado al equipo de ‘Merlí’. “Nos da seguridad -insiste Lozano-. No nos condiciona especialmente, porque los guiones están bastante a la altura de la primera temporada”. Ese primer tramo ha dejado huella en los jóvenes intérpretes: “Les veo más maduros”, destaca. Algo en lo que también coincide Orella: “Les ha dado mucho ‘training’. La máquina está engrasada y se nota que han crecido como profesionales”.

El Merlí televisivo insiste en que seguirá en su línea “cañera”, aunque se verá en determinadas situaciones que le obligarán a replantearse “cosas de todo tipo”. También mantiene cierta estabilidad en la relación con Gina (Marta Marco), dentro de la “inestabilidad del personaje”, precisa, con un tono socarrón.

CAMBIOS DE IMAGEN

Bruno, el hijo de Merlí, que compone Solans -atención al cambio de ‘look’ del personaje-, terminó la temporada admitiendo su homosexualidad. “Ahora está en un buen punto de su vida: se siente más energético y con más tranquilidad interior”, expone.También despunta cambio de imagen Pau Poch, que interpreta a Ivan, liberado ya de su agorafobia y del cabello que cubría su rostro. “Se va a ver la adaptación, con bastantes emociones, al mundo de los vivos de un tipo muy complejo”. E Iñaki Mur, como Oliver -la tabla de salvación a la que se acoge Bruno-, disfrutará de trama propia: "Es un Oliver fresco, salsero y divertido, pero también más oscuro". Y hasta aquí se puede contar...