tú y yo somos tres

Se llamaba Rosa Parks

FERRAN MONEGAL

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Demoledor viaje a Grecia el que ha realizado esta semanaJordi Évole(Salvados, La Sexta). Después de repasar el monto total de la deuda española con el economistaGay de Liébana, y quedar patidifusos ante la cifra de lo que el Reino de España debe -más de tres billones de euros-,Jordi se fue a Atenas, a hablar con la gente, con los humildes y golpeados ciudadanos y ciudadanas griegos que depositaban flores ante un árbol de una plaza, ese lugar en el que se inmoló, se suicidó, el farmacéutico jubiladoDimitris Christulas, de 77 años de edad, porque no estaba dispuesto a acabar rebuscando en la basura alguna cosa para poder comer. Lo que hemos escuchado de la ciudadanía griega ha sido contundente: desesperación, quebranto, miseria y una advertencia. Uno de los entrevistados, mirando aÉvolefijamente, nos dijo:«Españoles, cuidado: estáis siguiendo nuestros mismos pasos». A su regreso a Madrid,Évolese detuvo en el despacho deFederico Mayor Zaragoza, el que fue tantos años apreciado y prestigioso secretario general de la Unesco. Y a la pregunta de ¿qué debemos hacer?, contestó:«No callarnos. Implicarnos. Se ha acabado el silencio de ser súbditos. Tomar ejemplo de una mujer llamada Rosa Parks, una costurera de Montgomery que un día no se levantó del autobús cuando subió el hombre blanco. Aquella noche en lugar de ir a dormir a su casa fue a dormir a la comisaría, pero la semilla que sembró Rosa Parks entonces ha hecho posible que hoy un negro firme como presidente de Estados Unidos de América». Sí señor, la célebreRosa Parks, la costurera negra que en 1955 encendió la chispa de los derechos civiles, una conciencia colectiva que prendió enseguida en todo Alabama, y luego en todo Estados Unidos. El mensaje deMayor Zaragozaha sido inequívoco: no al silencio. O sea, la esperanza depende de nosotros, de nuestra propia, personal, intransferible implicación y protesta.

LA ÓPERA COMO PAELLA .-Le decía el otro díaRamon Gener, desde Moià, aEspartac Peran(Divendres,TV-3)

que la ópera es como una paella: el sofrito es el libretista, el arroz es el compositor, los mejillones son los coros y el marisco son los intérpretes. O sea, la gamba es la soprano y el bogavante es el tenor. ¡Ahh! Estos golpes de ingenio del gran creador deÓpera en texanssiempre nos alimentan. Al tiempo que aprendemos música, nos chupamos los dedos.