tú y yo somos tres

Lisa, la novia de Frank

Ferran Monegal

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SigueFrank Cuesta (Frank de la jungla, Cuatro) con la técnica detiemble después de haber reído, en esta ocasión practicada al revés, o sea,ría después de haber temblado. Y hay que constatar que le da excelentes resultados. Su aventura de esta semana consistió en seguir el curso del río Mekong, entre Laos y Tailandia. Allí le vimos lanzarse al agua y pelearse con una peligrosa serpiente cangrejera; luego, en tierra firme mantuvo una espeluznante reyerta con un ejemplar de pitón roja y, para redondear el sobrecogimiento, fue atacado por un enjambre de avispas asesinas, y tuvo que precipitarse en una charca y embadurnarse con el barro. Y cuando en casa ya estábamos todos absolutamente horrorizados y temíamos que el equipo deFrankacabase pidiendo socorro, reclamando una ambulancia, de pronto, en un pispás, le vimos paseando bucólicamente abrazado a una criatura particularmente rara y singular. DecíaFrank, embelesado:«Se llama Lisa. Es mi novia». YLisaera un minimonito hembra de la claseLoris, un tipo de primate -también llamados monos lentos- del que solo quedan en el mundo 20 ejemplares censados. ¡Ah! Después deacollonarnos,FrankyLisanos han ofrecido una sesión de ternurismo extraordinario. Este sistema de la ducha escocesa, o delyingy elyangcon final feliz, nos produce un gran relax a los que estamos mirando. Y hay que reseñar el detalle de buen gusto y sensatez que ha tenidoFrank: ha evitado dar señales, situación y coordenadas del lugar en el que se encuentran estos rarísimos ejemplares. Ha hecho bien. Alguna regia escopeta nacional podría encapricharse.

SEGUROS CALLEJA .-Más discutible es el sistema que sigueJesús Callejapara atraparnos (Desafío extremo). Sus forzados aspavientos para demostrar que está continuamente en peligro llegan a cansarnos. Esta semana, frente a un volcán del Congo, exclamaba:«¡Si me quedo aquí puedo morir! Si sigo aquí respirando, ¡me muero! ¡Podría morir!». Hombre, admiradoCalleja, pues no se quede usted ahí, haga el favor. Y en mitad de la aventura, casi a punto de sucumbir, nos lanzó el siguiente mensaje:«¿Sabéis de lo que me estoy acordando? Me estoy acordando de tener un buen seguro. ¡Aquí sí que es importante tener un buen seguro!». Y llevaba en el pecho una enorme pegatina con el anuncio de su patrocinador, Seguros Generali. ¡Callejaaa!