Un ladrón es el mejor especialista

Han debutado en La Sexta los supervivientes deEspaña directo. ¡Ah! Qué alegría. Si hace unos días este equipo se despedía con tristeza de TVE-1 (todo el cuerpo de reporteras/os con camiseta negra, en señal de luto), ahora finalmente han encontrado un nuevo nido en La Sexta (Verano directo). Hombre, es un trasvase que tiene análisis muy sugestivos. Desde un punto de vista empresarial, que la propia productora Mediapro haya tenido que recomprar su propio producto para emitirlo por su propia cadena, provoca una pintoresca heterodoxia contable: se mantiene la facturación, pero el comprador y el vendedor son ellos mismos. O sea, igualito igualito que lo que ocurrió con los derechos de emisión de la fórmula 1, que al no poder venderlos a ninguna de las dos grandes cadenas privadas -ni A-3 TV ni Tele 5 quisieron pagar un precio tan abultado- se la tuvieron que comer ellos mismos en La Sexta, haciendo la salvedad, eso sí, de la parte que han podido colocar en TV-3,

que es una cadena que ante estas tribulaciones de Mediapro siempre está disponible.

Al margen de este apasionante funambulismo de la ingeniería empresarial, cabe también, en paralelo, otro análisis más positivo: se han salvado buena parte de los puestos de trabajo del equipo deEspaña directo, cosa que es de agradecer y que merece aplauso y reconocimiento absoluto. Vimos en la tarde del lunes, por ejemplo, con qué ilusión iniciabaCristina Villanuevala nueva andadura de esteVerano directode La Sexta, y el buen tono muscular de sus reporteras/os. Me gustó particularmente el tratamiento que dieron al robo delCódice Calixtinode la catedral de Santiago de Compostela. En lugar de ir en busca de detectives o de expertos policiales, se fueron a Málaga a visitar aErick El Belga, criatura que tiene en su haber más de 2.000 robos de obras de arte, por toda Europa. ¡Ah! Estamos de acuerdo: ante el robo de Compostela lo mejor es ir al ladrón que más experiencia tiene sobre estos asuntos. No hay mejor especialista. Y nos hizo una advertencia clarísima. Dijo:«Este tipo de trabajo no se puede hacer ni en solitario, ni solamente desde fuera. Aquí debe haber la complicidad de alguien que está dentro». ¡Ahhh! Cabe pues comenzar las pesquisas peinando e interrogando desde el más humilde de los monaguillos hasta todo el sacrosanto peso de la púrpura obispal y cardenalicia. Daría para un capítulo deLos misterios de Laura.