DESPEDIDA DE UN VETERANO DE LA TELEVISIÓN DE EEUU

Se jubila la risa más seria

JON STEWART con Barack Obama

JON STEWART con Barack Obama

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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El mismo día de febrero en que Jon Stewart (1962) anunció que iba a dejar el 'Daily show', el informativo satírico que ha presentado en Comedy Central desde 1999, NBC suspendió a Brian Williams, su presentador estrella de noticias, por adornar en exceso sus aventuras de corresponsal de guerra. Aquella fue una confluencia significativa.

Con la caída de Williams se confirmaba el declive del newsman en EEUU, donde presentadores serios y que inspiran absoluta confianza, como Walter Cronkite, son cada vez más memorias del pasado. Y la sensación de orfandad se multiplicaba con el anuncio de Stewart, el cómico que ha cambiado y «revolucionado», según algunos analistas, la forma en que mucha gente, sobre todo joven, ve las noticias y la política. Según un estudio del centro Pew, el año pasado, su espacio, con un 47% de contenido político, era la fuente de información para el 12% de los estadounidenses.

Stewart presentará mañana su último Daily show en un programa más largo que la media hora habitual y tras una semana en la que se ha rodeado de amigos cómicos como invitados para el segmento final de entrevistas (Amy Schumer, el lunes; Denis Leary, ayer, y Louis C.K., hoy). Y los 1,3 millones de espectadores diarios, más lo que ven segmentos por internet, ya empiezan a añorar el humor inteligente con que ha metido el dedo en la llaga de la hipocresía y el triste estado de la política y los medios de comunicación.

Difícil relevo

Los lamentos están siendo superlativos. El director de cine J. J. Abrams, por ejemplo, ha dicho que deja «un vacío enorme y sísmico». El senador republicano John McCain lo ha definido como «un Mark Twain moderno». Cuando Barack Obama acudió por séptima vez al programa, bromeó prometiendo «una orden ejecutiva» para evitar su marcha. Y aunque se desea lo mejor a Trevor Noah, lo tiene difícil el cómico sudafricano que dará el relevo con una audiencia mucho más atomizada a un hombre que, según el director del semanario New Yorker, David Remnick, «iba a ser un trabajador cómico y acabó siendo un inestimable patriota».Ese ascenso al olimpo de la conciencia de EEUU de Jonathan Stuart Leibowitz (su verdadero nombre) ha sido gradual. Tras pasar por un programa de MTV, el cómico de Nueva Jersey aterrizó en el Daily show sustituyendo a Craig Kilborn, coincidiendo con el auge de Fox News -una de sus fuentes de inspiración y diana- y con el caos de las elecciones del 2000, que abrieron ocho años de mandato de George Bush.

Stewart está a la izquierda del centro, pero no es el «propagandista» que ven algunos conservadores, quienes señalan como prueba, por ejemplo, las invitaciones que Obama le hizo para dos reuniones privadas en la Casa Blanca. Parecen olvidar que también ha hecho satírica sangre con la actual Administración, desde por el trato a los veteranos de guerra hasta por el incumplimiento de promesas como el cierre de Guantánamo. Y que ha hecho declaraciones como esta del 2010 : «Obama fue candidato como visionario y lidera como legislador. Eso ha sido lo decepcionante».Su éxito tiene mil razones, incluida la que dio Stephen Colbert, uno de sus delfines, que luego tuvo programa propio y ahora sustituirá a David Letterman: «Animó a todo el mundo a tener un punto de vista. Tenía que haber un pensamiento detrás de cada chiste».