galardones en oviedo

Jaume Aragall emociona en los Campoamor

El tenor, Irène Theorin y Carlos Álvarez, premiados en una vistosa gala lírica

Iréne Theorin, con el premio.

Iréne Theorin, con el premio.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / OVIEDO

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Color, calor emotivo y buenas voces enmarcadas en un vistoso espectáculo dieron brillo, el sábado en Oviedo, a la entrega de los Premios Líricos Campoamor. La gala, dirigida por Joan Anton Rechi, fue dedicada a las víctimas de la catástrofe aérea y en especial a los cantantes Oleg Bryjak y Maria Radner, fallecidos después de actuar en el Liceu. Fue una noche en la que Jaume Aragall obtuvo el respaldo más cariñoso del público al recoger el galardón por su gran carrera.

«Recibo este premio por una trayectoria de la que me siento satisfecho», dijo el tenor, de 75 años. «He sido feliz porque he hecho lo que he querido: cantar y formar una familia maravillosa. Mi padre, que fue el que me empujó a realizar mi sueño, estaría orgulloso», añadió tras agradecer el respaldo, «en los buenos y malos momentos», de su esposa Luisa y de sus hijos Dani, presente en la sala, y Jaume y Joan Ramon, batería de Amics de les Arts, ausentes por ineludibles compromisos. El homenajeado cantó una aclamada napolitana.

Theorin, 'La valquiria'

Pero hubo otro gran momento en la velada, conducida por Bibiana Fernández y José Manuel Zapata. Iréne Theorin (premio a la cantante por 'La valquiria' en el Liceu) dejó sin respiración a la sala con su interpretación del pasaje de la inmolación de Brunilda. La gran dama wagneriana expresó su «felicidad» por este reconocimiento, pero también su dolor por la muerte de sus compañeros. «Me quedé sin ánimo para asumir mi rol en 'Siegfried', pero salí a escena para homenajearles», confesó tras la gala.

Zubin Mehta (mejor director musical), dedicó su premio desde Moscú «al Palau de les Arts y Helga Schmidt». El galardón concedido a Dmitri Cherniakov por 'Kitej' (Liceu) fue recogido por Christina Scheppelmann. Carlos Álvarez (mejor cantante por 'Andrea Chenier' en Peralada) fue ovacionado por su aria de 'Tannhäusser' y lo propio ocurrió con Miren Urbieta (artista revelación) por la canción de la Luna de 'Rusalka'.

Davide Livermore (montaje de 'La forza del destino'), Christian Gerhaher (mejor recital), Alejandro Roy (mejor cantante de zarzuela), la producción Curro Vargas, la Fundación Guerrero y los críticos Roger Alier y Carlos Gómez Amat fueron los otros galardonados de una fiesta en la que la Oviedo Filarmonía, dirigida por Oliver Díaz, y la Capilla Polifónica pusieron un magnífico acento musical.