tú y yo somos tres

Islandia: éxito de los indignados

FERRAN MONEGAL

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Está pulverizando sus propios récords. Los viajes semanales deJordi Évole, sus luminosos encuentros, sus indagaciones sobre la marcha están consiguiendo espectaculares cifras de audiencia (Salvados, La Sexta). Ahora mismo acaba de presentarnos un trabajo tituladoBancos, del crédito al descrédito, y ha comenzado por charlar conFrancisco Álvarez, exvicepresidente de la Bolsa de París. ¡Ah! El análisis de este experto, certero, clarísimo, meridiano, nos ha despejado las dudas que, los ingenuos, todavía albergábamos sobre las perversiones de la actual ingeniería bancaria. Resumiendo: el BCE inyecta fabulosos créditos a la banca privada, al 1% de interés, y ésta, en lugar de usar esta ingente masa monetaria para facilitar créditos a las empresas, lo destina a especular con la deuda de los maltrechos estados de la UE, cuidándose mucho de mantener altos los tipos de interés, especialmente los que tienen que pagar Grecia y España. Fantástico, sí señores. Después de este encuentro,Évolese ha marchado a Islandia, el único país en que el movimiento ciudadano ha conseguido cambiar las cosas. Se lo contaba en Reikiavik la catedráticaElvira Méndez: el movimiento, las manifestaciones, de la ciudadanía indignada islandesa han logrado: la dimisión de un Gobierno que había perdido la legitimidad, la dimisión del director del Banco Central de Islandia, la dimisión del director del Instituto de Supervisión Financiera y, finalmente, la reforma constitucional para que esta maldad financiera no vuelva a ocurrir. Pasmado, maravillado, se quedóÉvole. Advertía, con envidia sana:«Es un triunfo de la ciudadanía. Me recuerda el 15-M de España, pero en vuestro caso más resolutivo, y con éxito». Efectivamente: la indignación ciudadana, bien ejercida, pero sonora y contundente, ha funcionado en Islandia. No la han podido parar ni los tejemanejes de los que les consideranperroflautas, ni los que intimidan con bates de béisbol. ¡Ahhh! El ejemplo islandés, contado porÉvole, nos ha reconfortado.

«¡BONJOUR!» -Así abrió ayer al mediodíaAntonio García Ferrerassu programaAl rojo vivo(La Sexta). Exultante, contentísimo, nos saludaba en francés, y con una emoción muy entusiástica exclamaba:«¡La izquierda ha ganado en Francia!»,y un espasmo de felicidad le cimbreaba. ¡Ahhh! Comprendamos aFerreras: desde que Zapateroabandonó, vivía en un desasosiego insoportable.