Indignación tras 94 años de razón

Ha visitadoVicente Romeroeste fin de semana (Informe semanal, TVE-1) aStéphane Hessel, el escritor que a sus 94 años acaba de impactar al mundo -sobre todo a los más jóvenes- con su pequeño, breve, ajustado libro¡Indignaos!¡Ah! Cómo le agradezco a TVE que aún en su depauperada situación económica le haya pagado aRomero y a su reducido equipo un billete de tren hasta París para acercarnos al autor de este importantej'accuse.«La voz de Hessel resuena en el enorme vacío ético causado por la crisis económica internacional»nos decíaRomeroplantado frente al domicilio del escritor. Y una vez dentro, charlando con él, la voz del nonagenario resonaba todavía más, diciendo:«Antes estaba todo más claro: Hitler, Franco, Mussolini... Ahora es más complejo. Ahora somos víctimas de potencias financieras y económicas cuyo único objetivo es ganar dinero. Mantener los avances sociales que conquistamos después de la Segunda Guerra Mundial es algo que no les interesa». Efectivamente. Se suma elj'accuse deHessela las voces deErnesto Sábato,Jean ZiegleroEduardo Galeano, gente comprometida con nosotros, que ni callan ni quieren callar, y que nos retratan bien la situación: eso que nos vendieron como la gran panacea, la globalización, ahora sabemos, ahora comprobamos, que no la dirigen los gobiernos elegidos democráticamente, sino que está en manos de las potencias económicas, fuerzas ajenas totalmente al concepto de democracia. Después de esta conversación entreHesselyRomero, profunda, vibrante, valiente, mi propia y minúscula indignación me ha llevado a buscar en mi iPod aquella vieja canción deSerge Reggianique siempre me acompaña:Ma liberté. Aquellos versos,Ma liberté, longtemps je t'ai gardée comme une perle rare, ma liberté. Y ustedes perdonen.

RISTO, LOS YONQUIS Y LA DROGA.- A su manera, tambiénRisto Mejideacaba de dar un campanazo, una alerta, que tiene su mérito. Entrevistado enLa noria(T-5) -glacial entrevista, por cierto- dijo sobre los fabricantes de la papilla delSálvamey delDeluxe:«Son traficantes de conflictos. Montan un conflicto donde no lo hay, trafican con ello, lo ofrecen a una audiencia yonqui, y ganan dinero». Notable silogismo. Calificar de yonquis a la audiencia que consumimos estas papillas de Tele 5 es también calificar a los que la fabrícan como traficantes de un tipo de tele que droga. Deducción directa.