FACETA LITERARIA

Helena Resano: "En esta profesión, el ego es el peor compañero de viaje"

La periodista, que presenta la primera edición de 'La Sexta noticias', explica en un libro los entresijos del oficio

HELENA RESANO TV

HELENA RESANO TV / periodico

OLGA LERÍN / BARCELONA

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Entre edición y edición de 'La Sexta noticias' y las clases que da en la Universidad, la periodista Helena Resano (Pamplona, 1974) ha encontrado un huequecito para publicar su primer libro. Como su propio título indica, 'La trastienda de un informativo' (Alienta Editorial, 14,95 euros), la comunicadora explica los entresijos de la profesión, ese viejo oficio dedicado a contar "aquello que alguien no quiere que se sepa" y que, en los momentos de máxima tensión, le resta -admite- "años de juventud".

Con la que está cayendo a nivel de actualidad, más que hacer el seguimiento de un informativo tendría que haber realizado el de un año entero, ¿no cree? Sí... Además, se quedan noticias sin contar en todas las ediciones. Yo agradecería tener un informativo de una hora e, incluso, se me quedarían noticias fuera, pero sería fantástico. Muchas veces en el ritmo de lectura incluso vamos apretando para que entren 30 segundos más...

¿Cuál es el objetivo del libro? Usted da clases en la universidad y dice que quería ordenar ideas. Ordenar los apuntes. Tú vas sistematizando las sesiones, pero no las había organizado. Empecé a tomar notas para tener la parte teórica organizada. El libro nace a partir de aquí y de las conversaciones sobre periodismo con mis amigos y la gente que me rodea. Uno de ellos me dijo que estaría bien publicar un libro, porque ahora mismo no hay nada así en el mercado. Y me sorprendió mucho que no hubiera nada como metodología para los estudiantes.

¿Lo tenía claro? Tiré muchas veces la toalla, porque pensaba que no le iba a interesar a nadie ni que fuera a contar algo nuevo al estudiante. Pero estoy feliz, porque durante mucho tiempo creí que el libro no iba a salir. Antes de entregar la versión definitiva a la editorial, pedí a gente muy cercana a mí, y cuya opinión me importa mucho, que lo leyera. Ahí me quedé más tranquila.

Otros colegas de profesión se ponen a escribir novelas. ¿No le ha picado el gusanillo? De momento, no. Me da mucho pudor, porque soy una lectora empedernida y muy crítica, y me cuesta mucho engancharme a un libro. Soy de las que siempre está pidiendo recomendaciones. Sé que no me va a convencer nada de lo que escriba de momento, porque yo escribo mucho para mí, pero no es nada que crea que pueda ver de momento la luz. Lo de escribir una novela me parecía un poco osado. Pero está ahí e igual en un futuro se explora ese camino.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Me\u00a0da mucho pudor","text":"\"Me\u00a0da mucho pudor\u00a0escribir una novela, porque soy una lectora empedernida y muy cr\u00edtica\""}}Cuenta un episodio relacionado con unas lubinas en la boda de Cristina de Borbón. ¿No les ha cogido manía? No las he aborrecido [ríe]. Mi marido, que es vasco, las cocina muy bien. Es uno de los consejos que siempre intento recordar cuando me toca contar algo en directo y tengo muchas intervenciones: “No te repitas con las lubinas. Busca detalles con los que aportar algo nuevo en cada conexión”.

También confiesa que tiene alguna espinita clavada por no haber podido explicar en directo el 11-S y la muerte de Juan Pablo II. Sí, pero luego ha habido regalazos en la profesión, como la elección de Berglolio y la reelección de Obama, un viaje que recuerdo con mucho cariño. Esa cobertura informativa fue muy importante para mí. Estábamos en el 2012 y ya entonces la hicimos solo con un móvil. Ahora parece que hayamos descubierto las Américas haciendo periodismo con las tabletas y los iPhones. Esa espinita también me sirvió para darme cuenta de que no todo se puede conseguir. Hay veces que puedes estar, pero otras, no.

Cita como un aspecto negativo la "tiranía de la imagen". Esta noche, por ejemplo, me he despertado a las tres de la madrugada y ya no he vuelto a conciliar el sueño. En la radio o en un periódico no se aprecia, pero la cámara es un chivato que todo lo ve y si un día estás menos ágil te requiere un esfuerzo extra. Y además, ahora que nos hacen poner de pie, hay que ir de punta en blanco desde la punta del pelo hasta la del pie.

También admite que las noticias de última hora le quitan "años de juventud". Sí, son momentos de muchísima tensión en que no te puedes poner a gritar. Despides el informativo y esa bajada de adrenalina me genera mucho dolor de cabeza. Es un agotamiento total, como si hubiese hecho un maratón.

¿No echa de menos tener a un compañero de informativo para repartir la responsabilidad? He comparitdo plató y siempre me he sentido muy cómoda con los compañeros que me han tocado. He tenido mucha suerte. Pero sí que es verdad que cuando estás tú sola consigues hacer el informativo más tuyo y defenderlo mejor. De momento, estoy sola y estoy bien. Pero no tengo preferencia.     

¿Qué le recomendaría a alguien que empieza ahora en este mundillo? Que sea una persona que tenga necesidad de estar informado, que el saber lo que está ocurriendo lo sienta como una necesidad, porque eso le hará estar pegado a la actualidad, y que no se le escapen los matices de las noticias. Y que tenga humildad. Aquí no hay nadie por encima de nadie. Hay que tener muy presente que esto es un trabajo de equipo y que si no respetas a tu compañero estás tirando por tierra tu propio trabajo.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"La bajada de adrenalina","text":"\"La bajada de adrenalina\u00a0tras despedir un informativo, a veces, me genera mucho dolor de cabeza. Es un agotamiento total\""}}Ryszard Kapucinsky decía que para ser buen periodista hay que ser buena persona… El periodismo está bastante abonado al egocentrismo. Sí, pero yo digo que el ego es el peor compañero de viaje que puedas tener en esta profesión. A veces, somos muy lobos. Eso, al final, solo te puede generar pequeñas victorias, pero hacer una trayectoria larga que te pueda mantener solo lo puedes conseguir con profesionalidad. Y eso va unido a respetar y valorar el trabajo de los demás y saber que necesitas a tu equipo para hacer un informativo o un programa de radio o un periódico. Eso te ayudará a mantenerte en esta profesión.

¿Qué antídoto utiliza para mantener el ego a raya? Yo soy muy afortunada, porque tengo a gente a mi alrededor que me ha ayudado. Cuando entro en casa, cierro la puerta. Ya no soy Helena Resano, soy una más dentro de una familia en la que cada uno ha tenido un día terrible y hay que escucharle. No creo que porque me hayan visto dos o tres millones de personas son más importantes mis problemas que los del resto. Eso me ha ayudado mucho. Y el saber que soy una cara reconocdia, y ya está. No hay nada más. Soy una persona exactamente igual que usted, con la diferencia de que yo me asomo a una cámara y me ve un número de personas. Hay profesiones, como, por ejemplo, la medicina, que deberíamos hacerle la ola a los médicos que salvan vidas.

¿Su familia es muy crítica con usted? No, me dan consejos. La peor crítica conmigo misma soy yo. Me machaco mucho y ellos hacen de balanza. 

¿Qué ingredientes debería reunir un presentador 10? Profesionalidad, capacidad crítica, saber buscar todas las voces de la misma noticia y humildad.

Supongo que debe de estar muy cansada de que todo el mundo le recuerde el episodio de Letizia Ortiz, a la que usted sustituyó en TVE... Sí, estoy hasta el gorro, se lo confieso. No hay entrevista que no salga.

Perdone que sea una de esas personas. ¡Vaya reto ocupar su lugar en el informativo! Sí, además me comunicaron que la iba a sustituir el mismo día que hacíamos el anuncio del compromiso. Subí del plató de explicar el comunicado de la Zarzuela y se montó un follón en la redacción monumental, porque estábamos preparando el especial. En un momento dado me dijeron que la iba a sustituir. "No va a ser ahora, vamos a esperar un tiempo", añadieron. Pensé: “Ya asumiré esto cuando pase”, porque llevaba ya una tarde bastante surrealista. Y fue así. Se decidió que íbamos a esperar un tiempo para dejar espacio. La dirección y yo éramos conscientes de que la presión iba a ser brutal.

Y se lanzó a la piscina... Me dio tiempo a cortarme el pelo, porque quería romper con la imagen que había de los informativos, con la idea de que el público esperase una 'continuidad de…' . Las mujeres todas llevábamos el mismo peinado. Quise que se olvidaran de ello y reivindicar que no era la réplica de nadie, sino Helena Resano. Había cierta prensa que había encontrado un filón en las periodistas presentadoras de informativos y parecía que nuestra vida privada era un cuento de príncipes y princesas continuo. Intenté romper con todo eso y reivindicarme.

¿Ha mantenido relación con Letizia Ortiz? No. Solo he coincidido con ella un par de veces en una visita oficial a La Sexta y en un acto privado. Me mandó un mensaje cuando cambié mi imagen. "Me encanta tu corte de pelo”, me dijo.

¿Usted es de las que ve el futuro de la profesión con pesimismo? Hay que transmitir un mensaje de esperanza a la gente que está en la facultad. Hay que ser opimistas con lo que viene y esforzarnos en hacer cada vez un periodismo mejor. Y ahí, las nuevas tecnologías y los nuevos formatos nos dan posibilidades. 

Usted mantiene buena relación con las redes... Lo llevo bien. Soy activa y escucho las críticas. Hay veces que las asumo y otras, las relativizo, porque sabes lo que es.

¡Hasta se inventaron un viral con un negro! Fue un montaje que hizo alguien que lo estaba viendo. Lo que me sorprendió es que había gente que me preguntaba si había pasado de verdad. Felicito a esa persona, porque consiguió que todo el mundo lo viese.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Cuando sustitu\u00ed a","text":"\"Cuando sustitu\u00ed a\u00a0Letizia Ortiz en el informativo de TVE, quise reivindicar que no era la r\u00e9plica de nadie, sino Helena Resano\""}}El periodista Vicente Vallés dice en el prólogo de su libro que, en situaciones de paridad con otras cadenas, la tensión es permanente y la satisfacción inexistente… ¿Cómo vive el yugo de las audiencias? Hago un poco como en las redes sociales y relativizo mucho. Está muy bien cuando las audiencias funcionan y existe el respaldo del público. Es maravilloso y trabajas con tranqulidad. La tensión es permanente y la satisfacción, bastante corta. El tiempo es muy breve. Pero tú tienes que seguir haciendo el informativo de la mejor manera posible. Tenemos esa ventaja o desventaja de saber la decisión del público todos los días a las ocho de la mañana, cuando te mandan un mensaje al móvil. 

La Sexta sigue siendo la única cadena con mujeres al frente de sus informativos. Es una apuesta valiente. Sí, y se hizo hace 10 años, que todavía me parece más valiente, porque entonces el papel de la mujer en informativos era de comparsa y había muy pocas periodistas defendiendo solas un informativo. Había solo dos nombres: Àngels Barceló y Olga Viza. Esa fue una apuesta de La Sexta desde el principio como línea editorial y una forma de reivindicar lo que estaba ocurriendo en la calle y en la redacción: había mayoría de mujeres en las redacciones y las facultades, y eso se tenía que ver reflejado. 

A RTVE, donde usted trabajó más de cinco años, le llueven las críticas desde dentro y desde fuera. Me da mucha pena ver que han perdido ese músculo a la hora de ser referente, pero habrá que hacer crítica. Creo que el mejor valor que tiene esa casa son los profesionales que trabajan en la redacción. Estoy convencida de que la situación va a revertir.

¿Qué balance hace de los 10 años de La Sexta? Fue una aventura incierta y muy loca al principio y fue un esfuerzo llegar hasta donde estamos. Nunca pensamos que 10 años después íbamos a ser referentes para lo sociedad y que el público iba a apostar por nosotros. Me siento muy satisfecha por el esfuerzo de la redacción, porque es gente muy joven que se deja la piel y horas de su día para que esto salga adelante. Hemos sabido encontrar el camino.