'Fassman', un 'thriller' paranormal

La figura es real, el hipnotizador y telépata catalán de gran prestigio internacional Josep Mir Rocafort , pero la historia que se cuenta en el telefilme que lleva por título su nombre artístico, ‘Fassman’,  que emite el lunes, 18, TV-3 (22.40 horas), es una adaptación de su biografía para convertir un episodio de su vida en un ‘thriller'  psicológico. La ficción, dirigida por Joaquín Oristrell, con guion del propio Oristrell y Anna Llauradó,  y protagonizada por Juanjo Puigcorbé y Nausicaa Bonnín, bebe en clásicos del suspense como Sherlock Homes y Agatha Christie.

Tras triunfar en los años 50 con sus espectáculos por el mundo, Mir decidió dedicarse a la docencia y la investigación de los fenómenos psíquicos y paranormales y para ello fundó, en la Barcelona de  finales de los años 70, el Institut Fassman, un centro donde impartiría esas materias. A partir de este hecho real, la ficción, una coproducción de TV-3, TVE, Mallerich-Paco Poch y Alicorn Films, cuenta cómo Fassman (Juanjo Puigcorbé), que ha reunido a 28 alumnos interesados en recibir sus conocimientos, recibe una serie de anónimos en los que es acusado de ser una farsante y mentiroso. Y una amenaza: si no descubre quién es su enemigo, en tres meses, los que durará el curso, su carrera será destruida.

La joven alumna

Lo peor es que la persona que los envía se encuentra entre sus alumnos. Uno de ellos es Rosa Grau (Nausicaa Bonnín), una joven de 23 años, telefonista de ‘La Vanguardia’, que desde su más tierna infancia puede anticipar hechos históricos y situaciones y acontecimientos personales, y con la que mantendrá una relación muy especial pese a estar casado (a su mujer, Concha, le da vida Mercè Sampietro).

Al aula acuden otros alumnos no menos peculiares: Josefina (Berta Giraut), un ama de casa que muestra una gran habilidad para la lectura rápida y las operaciones matemáticas; Pau (Ferran Herrera), un dentista que quiere aplicar la hipnosis con sus pacientes, y Jordi (Enric Cambray), un joven que ve el aura de la gente. Este último será quien intentará ayudar a resolver el enigma al profesor, aunque el telespectador conocerá desde un principio que es la joven alumna la autora de los anónimos, debido a que arrastra un trauma del pasado.

 El triángulo amoroso se completa con un periodista compañero de la chica, Rafel Bertran (Roger Casamajor), que también mantiene relaciones con ella. El mentalista tiene, por su parte, en Mercè (Carme Balagué), su secretaria, una fiel aliada. Con ella había también había mantenido una relación en el pasado.

Un peculiar personaje

El relato de ‘Fassman’ está trufado de ‘flashbacks’ y sueños, que aportan datos de la infancia de Mir en su Sort natal y que ayudan a comprender el personaje. Como este que explica Oristrell: “Al nacer, se negó a mamar y hubo que alimentarlo con un trapo mojado en sopa. Días después, su gemelo moría por intolerancia a la lactosa. Era como si lo hubiera adivinado. Asimismo, de niño ya hipnotizaba a animales y personas”.

La ficción -“una interpretación libre”, según el director, de la biografía escrita por la hija del mentalista, Maria Mir, quien ha mostrado su desacuerdo por la imagen que de él se da en el telefilme, empezando por su perfil de seductor-, plantea, asimismo, una duda que persiguió a ‘Fassman’ durante toda su carrera: si tenía realmente facultades, algo a lo que el actor que le da vida, Juanjo Pugcorbé, da credibilidad. “Creo que sí. Porque lo vi actuar en  en el espacio de TV-3 ‘Identitats’, en una entrevista que le hizo el periodista Josep Maria Espinàs, que es absolutamente de fiar”, asegura.

Polémicas varias que envuelven a una producción en cuyo rodaje se sucedieron fenómenos paranormales, como luces que se apagaban repentinamente, casualidades y ruidos de desconocida procedencia, a los que el equipo acabó llamando ‘fassmanadas’. El suspense ha traspasado la pantalla.

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