ESPACIO SEMANAL

Sergi Mas: "TVE ha apostado por un tipo de 53 años y quiero devolverlo con oficio"

El periodista y humorista presenta en TVE-Catalunya el 'show' 'Programa inesperat'

SERGI MAS

SERGI MAS / periodico

Olga Lerín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A sus 53 años, Sergi Mas se sigue apuntando a un bombardeo. El periodista y humorista lo mismo escribe una columna sobre el Espanyol, que pone ‘morcillas’ a un político en la tele o habla en la radio de un drama en un hospital sin perder la sonrisa. Ahora ha regresado a la tele (La 2, 20.05), el mismo medio que le ha acogido en una larga relación de programas -‘Força Barça’, ‘Fent amics’, ‘La columna’, ‘El hormiguero’…-, pero como maestro de ceremonias. Y sin red. Es su ‘Programa inesperat'. ‘Programa inesperat'.

¿Por qué ese título? Porque no me lo esperaba. El programa es un encargo de Carlos González [director de RTVE en Catalunya] y Anna Cler [directora de Programas de TVE-Catalunya], que me llamaron en abril. Es un proyecto que me apasiona. Y es inesperado, porque una gran parte de lo que ocurre en el programa no la conozco. Sé quién es el invitado, pero no cuándo entra ni qué dirán Judit Martín, Anna Gras y Toni González, actores que tienen mucha experiencia con el ‘impro show’, que está muy de moda. Mi esfuerzo consiste en que la gente se lo crea o no. Es un programa que quiere reivindicar a los Monty Python, a ‘Aterriza como puedas’, la broma… Tengo ganas de hacer broma por la broma, tipo Faemino y Cansado. Por ejemplo, de los menús de excursiones de fin de semana en las que te regalan una botella de aceite. El programa es un traje a medida y me apetece mucho.

O sea, el guion se va haciendo día día. Una parte de este ya he pedido que no me la enseñen. Confían en mi capacidad de improvisar y en mi respuesta para resolver situaciones en el directo.

Eso no lo puede hacer todo el mundo. No lo sé, digamos que solo una persona veterana. Es como el coñac...

Hasta el momento, ha acogido a invitados de todos los ámbitos... No quiero a políticos ni futbolistas. Hombre, si viene el entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, o Messi, le diremos que sí, pero, sobre todo Messi, no creo que lo haga. Ustedes tienen muchas columnas y minutos para ellos. En cambio, Serrat, por ejemplo, sí que es un personaje para estar en el plató, aunque no saque disco.

Sí que parece un espacio arriesgado. E inesperado. Es tal cual. Y se confía mucho en mi cerebro, que no sabe qué pasará. No me fío ni de mí mismo, pero tengo muchas ganas, porque es volver a hacer un ‘late’ que hice en TV-3, ‘Fent amics’, con el que aprendí mucho del directo, del control de cámaras, a respetar los silencios, a escuchar y a preguntar. Y para todo esto me ayuda mucho no tener un guion delante.

¿En la tele actual todavía hay mucho ruido? Sí, demasiado, y mucho 'postureo'. Han apostado por un tipo que tiene 53 años. Y ¡ostras!, eso no es habitual. En EEUU esto sería la bomba y dirían: "Qué bien que viene este tío que tiene mili, que ha colaborado en muchos sitios y ha presentado unos cuantos programas de radio y de tele". Con el 'postureo' que hay en la actualidad, que apuesten por mí, que soy joven entre comillas, es algo que yo quiero devolver con oficio y cariño.

¿Hay resentimiento en este tema de la edad? No, no… es agradecimiento. Yo he hecho muchas cosas. Y cada año el mercado me propone una tertulia de fútbol, 'El hormiguero', algo con Buenafuente… En función de las propuestas del mercado, yo me voy moviendo. Pero es agradecimiento y sin criticar a nadie, porque presentar un programa y tener tu isla intrascendente es la leche. No hacemos 'La guerra de los mundos', pero hay distensión, relax e ironía.

Las ocho de la noche del viernes, ¿es el mejor horario? Es el que tenemos. De ocho a nueve, en octubre y noviembre, a mí me gustaría estar en casa, coger unas palomitas y una cerveza y ver a Sergi Mas. Nunca sabes cuándo es el mejor horario. Si nos pusieran a las 22.00, diríamos: "Ostras, es que contra...". No vamos a competir, sino a hacer reír. Es una apuesta de TVE-Catalunya barata, y estoy muy contento.

¿Por qué ha estado tanto tiempo alejado de la tele? A veces lo he escogido así. Me han llamado de algún sitio, pero he dicho que me daba pereza y no tenía ganas, o era arriesgado y me he acojonado. Y otras veces el mercado me ha dicho: "Con lo bien que haces esto de los partidos de Segunda, vente a Canal+ a comentarlos y al año siguiente, vente a Gol…" Yo me lo paso muy bien, tengo una forma de narrar muy apasionada y distendida. Me hubiera encantado seguir con esta figura de 'showman, pero el mercado me ha dicho que no. Y me salió 'Programa inesperat' y dije que sí.

Ha estado en casi todos los canales de este país. ¿Sergi Mas no se casa con nadie? No, alguien podrá hacer lecturas, porque estoy en TVE. Pero es una cuestión de oficio, más allá de lo que nos marque el entorno diario y pase en la actualidad. Este es un país de etiquetas y yo procuro huir de ellas… Puedo tener diferentes vertientes y, en función de cómo esté el patio, puedo pasar por una u otra. Trump hacía la 'teletienda' hace 25 años y vaya a buscarlo ahora... Pero la gente lo ha 'comprado', aunque tuviera una etiqueta… A mí me gustaría tener la cultura mediática y social que hay en EEUU: "¡Olé tú!, un tío de 53 años que vuelve a la tele".

¿Ha encontrado una tele muy cambiada? Sí, pero todavía es posible hacer una tele en la que la gente habla y escucha. A veces, vas a ver una productora y te piden "Ritmo, ritmo…". Jordi Évole, por ejemplo, no tiene ritmo: un señor habla y Jordi pregunta. Son dos cámaras. No hay ritmo, pero sí contenido, y está bien. Pues eso también es tele: ver las caras que se ponen y los silencios. Y se debe aplaudir, porque es buena televisión. ¿Qué pasa, que una entrevista de Jay Leno o David Letterman no era buena porque no tenía ritmo? Un momentito, 'Página 2', un programa de libros con un 2% de 'share', está muy bien editado. Eso tiene su mérito.

¿La imitación de Montilla que realizó en 'Polònia'  Sí, durante cuatro años y unos postres que hemos hecho, porque hay un parecido físico evidente, aunque con gafas y barba no es tan grande. Cuando un programa se pone de moda, le coges 'tics' al personaje y estás a gusto. José María Íñigo tiene una frase muy buena: "Tú vales lo que vale tu último programa". Puede ser que sea esto.

-O sea, que no reniega de ese 'president'. No, estoy muy orgulloso y me moría de risa en 'Polònia' poniendo 'morcillas'…

¿La realidad actual es para reír o para llorar? Para las dos cosas. Cuando vi los debates del Parlament en septiembre, pensaba: "Imagínate a una persona que ve estas imágenes en Islandia y a esa señora quitar una bandera…" Es para reír y también para llorar, y decir: "¡Qué feliz sería yo en Huesca…¡" La realidad da para todo.

Todavía es posible hacer una tele en la que la gente habla y escucha. Jordi Évole no tiene ritmo, un señor habla y Jordi pregunta, pero sí contenido. Y se debe aplaudir"

¿Con quién se ríe Sergi Mas? Con el humor absurdo; con Faemino y Cansado, especialmente con Faemino, que explica en el teatro cómo se come un plato combinado de carne con patatas fritas; con 'Ilustres ignorantes', que es humor de una silla de plástico en un cine…. Yo he hecho muchos años humor sobre la actualidad, pero me apasiona hacer humor de la nada, del día a día. Este verano, conociendo la filosofía del 'Programa inesperat', he visto tres veces 'Aterriza como puedas'.

¿Aspira a convertirse en un David Letterman con 'show' propio? ¡Ojalá!. Yo siempre digo a mis amigos íntimos que todavía no he explotado profesionalmente,  porque me falta focalizar: si quiero deportes, tertulia, colaboraciones, entretenimiento… Sí que aspiro a ello. Si dijera que no, estaría mintiendo. Quedaría muy ambicioso decir que lo seré, porque igual de aquí a un tiempo no existe este programa.