ENTREVISTA

Leonor Watling: "Cuando sabes que la serie tiene un final, te tranquilizas"

La actriz asegura que la serie 'Pulsaciones', de Antena 3, es "muy cinematográfica", porque "tienes la sensación de hacer una película con 10 entregas"

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JUAN CARLOS ROSADO / MADRID

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Leonor Watling ha vuelto a la televisión tras casi dos décadas sin pisar un plató. Lo ha hecho en la serie de Antena 3 'Pulsaciones' (martes, 22.40), donde interpreta a una neurocirujana que sufre mucho por los trastornos de su pareja, Alex (Pablo Derqui). Aquí cuenta cómo ha sido su experiencia en esta ficción, a la que le quedan solo dos capítulos.

La última serie que hizo fue 'Raquel busca su sitio' en el 2000. ¿Cómo ha vivido su vuelta a la televisión después de 16 años? Puf, era una niña. En realidad el formato es muy secundario. Para un actor que sea comedia, drama o 'thriller', que sea una película o una serie televisiva viene después. Lo primero que te engancha es leer un buen guion y un personaje que te gusten. Además, el día a día de esta serie ha sido más cine porque no había un plató ni entrabas de nueve de la mañana a ocho de la tarde. Aparte de que no es indefinido: son 10 capítulos y en localizaciones con una propuesta muy cinematográfica de guion, dirección de fotografía, arte… La sensación es de estar haciendo un largometraje con 10 entregas.

Pero sabe que la exposición al público es mucho mayor en televisión… Eso sí es verdad. Pero mejor no pensarlo.

¿Por qué ha estado tanto tiempo alejada de la pequeña pantalla? Porque tengo mucha suerte. La suerte de poder elegir qué proyectos hago, cómo los hago y cuándo los hago. Tampoco eliges que te llame Almodóvar. Tengo esa suerte y la de poder disfrutar de la vida y de la música.

¿Tiene alguna especie de prejuicio o prevención contra la tele, como han confesado algunos de sus compañeros? No, tengo reticencias a guiones que no me gustan. Nada más.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Empatizar\u00a0","text":"\"Empatizar\u00a0con mi personaje de Blanca es f\u00e1cil, porque es una v\u00edctima\""}}¿Y en televisión le llegan muchos que no le gustan? No especialmente. Tengo suerte de no recibir muchos guiones que cuando los lees sientes que no tienes nada en común con lo que van a contar. Pero eso también pasa en el cine. Hay veces que por el momento en el que estás no te apetece nada entrar en esa historia. Piensas que no te ves cuatro meses viviendo esa tragedia. O porque lo acabas de hacer y quieres hacer otra cosa completamente distinta. Hay muchas razones que no implican que lo que llega sea malo, sino que es inoportuno. Es como en el amor cuando dices aquello de “qué mala suerte que nos conozcamos ahora”.

¿Qué fue lo que le atrajo más del guion? Desde que me mandaron el primer libreto me encantó y me enganchó muchísimo, como a otros actores de la serie. El personaje de Blanca Jiménez me gustó mucho. Es una profesional cirujana muy racional y a la vez muy enamorada, lo que te lleva a hacer cosas muy locas.

¿La gente de cine como usted agradece más que sea una historia conclusiva? Creo que un actor es un actor, le metas en una piscina profunda o en un charco. Somos el mismo bicho. Depende mucho de la personalidad de cada uno. Yo tengo una personalidad ligeramente claustrofóbica. Pensar que voy a firmar algo que va a durar 17.000 años me angustia. Cuando sabes que tiene un final, te tranquilizas.

Y también por la propia coherencia de la historia, ¿no? También. Sabes que estás haciendo un personaje que tiene un sentido y que va a terminar. Blanca es una doctora que busca por todos lados la solución más razonable a lo que está ocurriendo. Ella hace un viaje que le cambia mucho.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"He estado\u00a0","text":"\"He estado\u00a0alejada de la tele porque tengo la suerte de poder elegir los proyectos\""}}¿Pesó en su decisión de participar en esta serie el hecho de que esté Emilio Aragón detrás de ella? Que esté Emilio siempre te da seguridad. Es un gran profesional. Siempre que te enfrentas a un proyecto profesional difícil como este es una pieza más que te da tranquilidad. Pero también que esté detrás otra gente como David Ulloa y Pablo Derqui, que es un regalo.

¿Y cómo es él como director? Tenía ganas de conocerle porque admiro mucho lo que hace y cómo lo hace. Y su inquietud. Trabajando es muy Bruce Lee, se convierte en agua. Lo que pase lo convierte en algo que está bien que pase. Eso para un actor es maravilloso, porque no hay nada nunca que sientas que va a contrapelo. Ni nada tuyo como actor, ni nada que esté ocurriendo en el 'set'. Conseguir eso es muy difícil.

¿Conocía la teoría de la memoria del corazón? No.

¿Sabe que hay casos documentados en EEUU? Bueno, también hay gente que vive de comer sol en EEUU. No sé cómo resumir mi punto de vista sobre este tema siendo políticamente correcta. Creo que hay una parte del ser humano que es espiritual y en la que la fe tiene muchísimo que ver. El 'efecto placebo' funciona, pero funciona como placebo: la homeopatía es placebo. Partiendo de ahí, creo que está contestado.

¿Qué referentes ha utilizado para construir el personaje? Hay algo que me gusta de ser actor que es esa especie de visado diplomático que te dan para entrar en los sitios. Como por ejemplo, en un quirófano. ¿Lo necesitas? Pues seguramente no, pero ya que puedes lo aprovechas. Yo creo que siempre ayuda conocer un poco la realidad, ver otros colores y fijarse en cómo lo hace alguien que lo hace de verdad. De todos modos, esto es ficción, y tampoco se trata de clavarlo como en un docu-drama. No es tan importante la fidelidad a la realidad, pero siempre queda el poso de haber hablado con médicos y haber preguntado cosas.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Emilio Arag\u00f3n\u00a0","text":"\"Emilio Arag\u00f3n\u00a0es muy Bruce Lee trabajando, porque se convierte en\u00a0agua\""}}¿Habría servido usted para ser médico? Yo soy actriz porque me gusta mucho lo de fuera. Cuando iba al hospital, me fascinaba todo lo que veía. Me parece alucinante. Ser médico y ser maestro son de las cosas más bonitas que puedes hacer. Pero luego está la realidad: hazte guardias de 72 horas, estudia siete años… Esa parte yo no sé gestionarla. ¿Entonces qué hago? Pues ser actriz y hacer de doctora.

¿Cree que la gente está empatizando con esa Blanca sufrida y luchadora? Pablo Derqui es muy buen actor. Todos los personajes son tridimensionales. Al final empatizas con todos porque están escritos con mucho cuidado. No hay caricaturas ni personajes planos. Empatizar con Blanca es fácil porque es una víctima de toda esta historia e identificarte con la víctima siempre es fácil. Pero empatizar con Alex Puga, el personaje de Pablo Derqui, es más difícil a priori, pero él te lo está contando con esa verdad que tiene Pablo. Eso es lo bueno. Creo que por eso engancha tanto.

Usted ha tenido la suerte de trabajar con los mejores directores del país, como Almodóvar, Alex de la Iglesia. ¿Qué metas le quedan por alcanzar como actriz? Todas, empezando por que me vuelvan a llamar ellos y muchos otros que son maravillosos.

¿Se vuelca más en la música con su grupo Marlango porque es un producto que le permite un mayor control? Me gusta muchísimo la música. Tengo la suerte de que estamos tocando mucho y viajando mucho. Dejar eso tiene que ser por algo que te tire mucho. Es tu proyecto y tú eliges. El trabajo de actor tiene que ver más con abandonarse.