Entre niño, maduro y abuelo

Ante la visita deAlbert Om(El convidat, TV-3), ha entreabiertoXavier Sardàla puerta de su condición existencial, o sea, ha permitido que penetremos en los íntimos reductos de su finca del Maresme. Ha sido un encuentro sorprendente. Flipaba Om ante la cantidad de juguetes que envuelven la vida deSardà,desde una ingente cantidad de miniaturas de automóviles, motos y aviones, hasta un minigolf junto a la piscina, una videoconsola con volante de carreras y silla anatómica para correr virtualmente en un bólido o la notable instalación de un gran tren eléctrico montado en una zona del jardín, con estación y apeadero rotulado Rosenbach. ¡Ah! Pasmado se quedóOminmerso en aquel lúdico universo. Pero luego, charlando conSardà,descubrió el visitante -y nosotros con él- lo que podría ser la explicación del por qué de esta parada de juguetes; o sea, la nada fácil infancia deSardà,contada por él mismo, sin acritud, sin resquemor, pero con la cruda realidad de sus recuerdos. Nos dio la sensación, escuchándole, queSardàfue un niño obligado por la vida a ser mayor de golpe. Ahora, al cabo de los años, alcanzada la madurez con un bienestar holgado y cómodo, abraza los juguetes que quizá le fueron escamoteados de pequeño. Le dijoOmen un momento dado, recordándole su magnífica impostura radiofónica alrededor del inolvidable señor Casamajor:«Te fascina la gente mayor, pero juegas como un niño». Efectivamente, eso es lo que a nosotros también nos pareció. El momento más divertido de este encuentro fue precisamenteSardàquien lo creó. Conocedor del arte de la tele como pocos, de pronto, le dijo a Om:«Y ahora, que pase el invitado para el invitado». Y entró por la puerta elOmdePolònia, o seaPep Plaza,y nos depararon un golpe televisivo muy divertido, un improvisado gag de primera. ¡Ah! No se le ha olvidado aSardàel arte del impacto escénico. Quien tuvo, retiene.

SACRIFICIO SOSPECHOSO.-La supresión deEnemigos íntimosyResistiré, ¿vale?(T-5) más que una catarsis parece una estrategia: se sacrifican dos programas subalternos para ver si amaina el temporal sobreLa noria, y para intentar evitar que el rechazo contagie a toda la cadena. Esta maniobra parece que no ha contentado ni siquiera al gran jefe de Publiespaña,Giuseppe Tringali,el hombre que controla la publicidad de Mediaset. Su relación conPaolo Vasileparece haber tocado fondo.