EN 'EL OBJETIVO' DE ANA PASTOR

Los problemas para encontrar piso de alquiler en Barcelona

La teniente de alcalde de Barcelona Janet Sanz propone limitar el precio de los alquileres, pero el ministro de Fomento rechaza la medida

television programa el objetivo ana pastor alquileres  20170430

television programa el objetivo ana pastor alquileres 20170430 / El Periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El programa ‘El objetivo’ de Ana Pastor ha abordado este domingo la odisea de los jóvenes y no tan jóvenes españoles para encontrar piso de alquiler después del estallido de la burbuja inmobiliaria y con un progresivo incremento de los precios desde hace ya años. Fenómenos como la especulación de grandes fondos de inversión con los bienes inmuebles y la proliferación cada vez mayor de pisos para turistas en grandes ciudades como BarcelonaMadridValència y Eivissa están provocando graves problemas que han llamado la atención del espacio de La Sexta.

El programa se ha dirigido primero a la capital catalana. El equipo de 'El Objetivo' ha charlado con Sergi Onorato, del sindicato Barri del Poble Sec, que ha calificado de "vergüenza" el disparatado incremento de los precios, rozando el 15%. Varias entidades apoyan en la ciudad un manifiesto que reclama la limitación de los precios de alquiler y evitar la expulsión de vecinos que se ven obligados ahora a buscar otra vivienda y hacer frente a elevadas cifras que en muchos casos son inasumibles. Desde el 2012, 900 personas han abandonado el barrio, ha explicado.

Otro de los testimonios que ha recogido el programa ha sido el del portavoz de la Plataforma Antidesahucios (PAH), Carlos Macías, que ha señalado que, de la media diaria de 10 desahucios en Barcelona, 9 tiene que ver con pisos de alquiler.

"TE ECHAN DE BARCELONA"

Varios jóvenes han contado su odisea en la búsqueda de una vivienda "digna", cuyo precio de alquiler no suele bajar de los 800 o 900 euros (dos habitaciones), han explicado. Un piso de 700 u 800 euros, narra Jaume, en paro, supone que te tienes que ir al extrarradio. "Es que te echan de Barcelona", lamenta. Si buscas en el centro, uno de entre 30 y 50 metros cuadrados sale por mil euros al mes.

Pastor ha charlado con la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, que ha confirmado que la demanda de pisos ha crecido y los precios se han disparado en la capital catalana, la ciudad española más cara en este aspecto y donde alcanzan máximos históricos.

Sanz ha señalado que en la ciudad hay más de 7000 pisos turísticos ilegales y que el ayuntamiento ha pedido a las plataformas digitales que hacen de "escaparate" de esa práctica que colaboren con la administración. La mayoría les han escuchado y se han muestro dispuestas a ello, ha explicado, aunque no es el caso de Airbnb, que no ha pagado las sanciones que se le han impuesto y que se enfrenta a otra de 600.000 euros.

Una de las medidas que la teniente de alcalde ha apuntado para intentar solucionar el problema es elaborar un índice de precios que limite la cifra máxima, como hacen París y Berlín, que permite reclamar al propietario la cantidad que exceda de la fijada por la administración. 

Sin embargo, en una conversación posterior con el ministro de Fomento y exalcalde de SantanderÍñigo de la Serna, al ser interrogado sobre esta cuestión por Pastor, ha rechazado tal opción. "Nosotros no somos partidarios de regular el mercado libre. No tenemos capacidad", ha afirmado. Eso "desincentiva", ha dicho, al propietario.

El ministro ha apuntado que Barcelona tiene suficientes parcelas para construir viviendas públicas y ha asegurado que el Gobierno "va a ayudar" a mejorar la situación. De la Serna ha aludido a un programa específico que van a "intentar consensuar" para echar una mano a las personas con menos recursos.

La teniente de alcalde de Barcelona también ha apuntado al nuevo sindicato de inquilinos, que se presentará el próximo 12 de mayo. 

LA BURBUJA

El problema de la llamada burbuja del alquiler es especialmente sangrante en Barcelona, relacionado con el fenómeno del turismo masivo que vive la ciudad. La situación ya está provocando cambios en barrios como Sant AntoniEl Raval o Hostafrancs o en zonas como la calle Borrell, 18, donde vecinos barceloneses, muchos de ellos residentes de toda la vida en el barrio, se ven obligados a mudarse a otras zonas de la ciudad o incluso a otros municipios porque ya no pueden afrontar la subida del precio del alquiler. 

EL PERIÓDICO ha recogido en los últimos meses numerosos testimonios de barceloneses que se han visto en esta situación. Sus cassos simbolizan el mal de la gentrificación que aqueja a la ciudad. Uno de estos testimonios fue el de Alba Hierro, que abandonó Sant Antoni por el alza del alquiler. "Sant Antoni es una sangría de vecinos", contaba. O el de Mercè Vega, exvecina de Sant Antoni. "Soy del Eixample, estoy en L'Hospitalet', decía. O Ahmed y Rita, vecinos de un bloque de la calle Lancaster sometido a la presión de una empresa de inversión. Son los únicos inquilinos que quedan, 'Bichos' en la jerga inmobiliaria. "Nos hemos quedado solos pero no nos podíamos ir", explicaban Ahmed y Rita.

Humberto Torcal, de 27 años, resumía la situación de muchos jóvenes. "Solo puedo pagar habitaciones". La pareja formada por David Toro y Sandra Vigueras relataba su exilio de Barcelona a Granollers. Muchos, como Cristian Fernandes, caen en la resignación: "En Barcelona no hay piso para mí".