tú y yo somos tres

Doce trajes

FERRAN MONEGAL

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Pintoresco golpe escenográfico enLa noria(T-5): para ilustrar visualmente el debate sobreFrancisco Campsy los trajes de la trama Gürtel, los escenógrafos del programa sembraron el plató con 12 maniquís, 12 trajes, 12 chaquetas ante las queJordi Gonzáleznos decía:«Esta imagen es la que mejor representa el tema de la semana: uno, dos, tres, cuatro... ¡así hasta una docena de trajes como estos son los que han provocado la caída de Camps!», y la cámara nos ofreció un sugerente recorrido sobre aquellos 12 maniquís. ¡Ah! Esta coreografía indumentaria sobre tan pestilente fondo de armario nos ha parecido interesantísima. Estos paisajes que la tele se esmera en construir son licencias en favor del espectáculo visual que en un programa comoLa noriacaben, y yo diría que hasta son oportunos. Más discutible es trasladar estos circenses golpes coreográficos al área de los informativos. Recuerdo que, a mediados de abril del 2007, aquí mismo les conté que salióMatías Pratsa presentar susNoticias(A-3 TV) con dos pistolones tremebundos recostados sobre su mesa: unaGlocksemiautomática de 33 balas y una Walterde 10 proyectiles. El golpe era para ilustrar, para dar más dramatismo a la noticia de aquel día: un descerebrado había matado a balazos a 33 personas en el Instituto Politécnico de Virginia. Mientras nos relataba el escalofriante suceso,Matíasno llegó a tocar las armas que reposaban junto a su mano, encima de la mesa, pero advertí entonces -y sigo advirtiendo hoy- cuánto vamos a tardar en ver cómo obligan a un periodista, a un presentador de informativos, a escenificar, a teatralizar la noticia que comenta para aumentar elshow, el impacto televisivo. O sea, agarrando las pistolas y pegando algunos tiros en el plató, en directo, para mayor excitación de las masas teleadictas.

Esto deLa noriaes distinto. La teatralización de los trajes de la corrupción política cabe aquí. Es decir, aceptamos pulpo como animal de compañía. El único problema que tienen estas vistosas pirotecnias escenográficas es que nos quedemos en la simple prenda indumentaria y no veamos el pestilente fondo de armario que hay detrás y que los propios trajes tapan. Como dijoCarmen Lomana, muy horrorizada, esa misma noche enLa noria:«Los trajes eran de Milano...¡Si al menos hubieran sido de Brioni!». O sea, no es la corrupción lo que preocupa a lapijita, sino la falta de glamur. Así nos va.