Divinas ellas, el guión menos

Es una satisfacción recuperar aRosa Maria Sardày aVerónica Forquépara la tele (Dues dones divines, TV-3), aunque Rosa Mariahaya dicho estos días -en los programas de masaje yagit propque le han dedicado enla teva-que la tele que se hace hoy le interesa poquísimo, y no le pienso llevar la contraria en absoluto. No obstante, parece que quedó subyugada por el proyecto que le presentó su hijoPol Mainat (director, realizador y actor de esta telecomedia). Hombre, aquí lo subyugante para la audiencia es ver a estas dos grandes actrices frente a frente, histriónicas, despendoladas, gamberras, fumadoras de porritos, bebedoras empedernidas y bien acompañadas porVicenta N'Dongo,Ferran Rañé yEdu Soto. O sea, y como casi siempre, son los intérpretes los que salvan los mimbres de un guión pretendidamente muy moderno, y una realización plagada de efectos para acercarse al estilo de los cómic, pero que se queda en un ejercicio con poca originalidad y muchodejà vu. Quizá en próximos capítulos este juego de confrontación o contraste lingüístico, es decir, laSardàen catalán campechano, laForquéen castellano del parque del Retiro y la colombianaRosario(Vicenta N'Dongo) como ingeniosa garante de las esencias delPompeu Fabramás purista y estricto, quizá este divertimento, les decía, cuaje y se afine en un próximo futuro.

AFGANISTÁN -.Parece que no ha gustado nada a la cúpula del ministerio de la guerra -oficialmente Ministerio de Defensa- el trabajo que presentó en la madrugada de ayer

A-3 TV (Equipo de investigación: Los nuestros) sobre las condiciones en que se encuentran los soldados españoles destacados en Afganistán. Se exclama la cúpula ministerial de que se hayan usado vídeos, grabaciones, documentos audiovisuales, realizados por los propios soldados allí destacados, con sus cámaras domésticas. Hombre, pues eso ha sido precisamente lo bueno del asunto. En los vídeos oficiales no habríamos visto la precaria situación en la que se encuentran. DecíaMiguel Ángel de la Cruz, experto en estos asuntos y buen conocedor de la tropa española allí destacada:«La primera vez que vi las condiciones en las que estaban, a mí me recordó la primera guerra mundial». O sea, poca técnica de última generación, y mucha chatarra. Hombre, más que enfadarse con la tele, lo que debería hacer la cúpula ministerial es reconocer la situación. Y buscar soluciones.