Directos a la televisión

Steven Soderbergh es el último cineasta en dar el salto

Clive Owen, en una escena de 'The knick', serie sobre cirujanos de principios del siglo XX dirigida por Steven Soderbergh recién estrenada.

Clive Owen, en una escena de 'The knick', serie sobre cirujanos de principios del siglo XX dirigida por Steven Soderbergh recién estrenada.

JUAN MANUEL FREIRE

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En el pasado, la tele era el campo de entrenamiento para los futuros directores de cine. Uno de los primeros trabajos de Steven Spielberg fue un episodio de Colombo, serie en la que, de hecho, también se curtió Jonathan Demme (El silencio de los corderos). En parte de forma justa, porque el medio tenía sus limitaciones, y en parte no (antes de Los Soprano hubo un puñado de grandes series), la tele fue observada durante décadas como la hermana pequeña del cine, una versión menor y con mucho por aprender.

Estos días, en cambio, la tele parece un espacio ideal para los directores de cine, sobre todo aquellos que quieren contar historias con un mínimo de complejidad. El cine hollywoodiense ha caído presa de las franquicias superheroicas y el deseo por contentar a los adolescentes chinos que ahora forman su público mayoritario. «¿Qué ha pasado con las películas originales dirigidas a adultos?», se titulaba hace poco un post del crítico Richard Brody en The New Yorker.

Ha pasado que esas historias originales, dirigidas a adultos, se han mudado a la tele, donde ahora hay más libertad que en el cine. «Las series han tomado el lugar de ese renacimiento de finales de los 90 con el gran cine independiente», declaraba hace poco Billy Bob Thornton, célebre actor cinematográfico que brilla en la serie Fargo, inspirada en la película de igual nombre de los hermanos Coen (y producida por ellos mismos).

El trasvase de autores cinematográficos al medio televisivo no es nuevo: David Lynch, con Twin Peaks, fue pionero en los 90 en la creación de una televisión de autor. Pero se ha acentuado en los últimos años, con casos como los de Martin Scorsese (Boardwalk Empire), Neil Jordan (Los Borgia), Gus Van Sant (Boss) y Michael Mann, quien no pensaba volver a la tele (fue creador de Corrupción de Miami) hasta que tuvo en sus manos el guión de Luck. 

Por otro lado, True detective -una serie dirigida en bloque por un mismo cineasta, en este caso Cary Fukunaga- seguramente servirá de modelo en el futuro. Así se ha producido The Knick, dirigida enteramente por Steven Soderbergh y con Clive Owen de protagonista, que acaba de estrenar Canal+ Series. El director de Ocean's eleven ha rodado esta historia de cirujanos de principios del siglo XX como si fuera cualquier otra de sus personales películas; es, simplemente, un filme extralargo que ha dividido en 10 episodios.

Muchos proyectos

Echar un vistazo a proyectos futuros impele a tragar saliva y a temer por nuestra agenda. Martin Scorsese (como director) y Mick Jagger (creador / productor) preparan una serie sobre la escena musical de Nueva York en los 70; el cruce eléctrico del punk, la música disco y el hip hop. A la vez, Scorsese desarrolla otra serie: una precuela de Shutter Island, su película del 2010, con ayuda de Dennis Lehane, autor de la novela original. Tras The kingdom (2007), Lars von Trier prepara una serie revolucionaria. David Fincher (ya presente en House of cards), Lee Daniels y Steve McQueen también trabajan en proyectos televisivos. La tele: hermana pequeña superdotada.