tú y yo somos tres

Denzel, batido y con espuma

Denzel Washington con Pablo Motos ('El hormiguero', A-3 TV).

Denzel Washington con Pablo Motos ('El hormiguero', A-3 TV).

FERRAN MONEGAL

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Ha conseguido nuevamentePablo Motos(El hormiguero, A-3 TV) una gesta extraordinaria: ha llevado a su programa a una criatura de importancia cinematográfica planetaria, mundial, o sea, al mismísimoDenzel Washington,y ha hecho con él lo que hace todos los días la acreditada industria de refrescos La Casera: ¡gaseosa en estado puro! ¡Ah! Un elemento de la potencia deDenzel Washington,con dos Oscar en su haber, y con todo Hollywood en su cabeza, ha resuelto su primera intervención en una cadena española a base de entretenerse un rato haciendo un vistoso puzle, a base de hablar otro ratito de lo bien que juega su hijo al fútbol americano en el Sacramento Moutain Lions -incluida mención a su esposaPauletta, que le sigue con devoción por la banda- y, finalmente, otro cuarto de hora haciendo lo que ha venido a hacer, o sea, promoción pura, plana, ni siquiera descriptiva, sino simplemente publicista, de la películaEl invitado. Todo esto, que dicho así podría parecer el fracaso mediático más absoluto, ha sido no obstante un éxito colosal de audiencia, de entretenimiento, y de posturismo variado. Legiones de niños y niñas en las gradas del plató vitoreaban con delirio, y al parecer -no sabría explicarles por qué- se lo pasaban pipa. Y la cadena yPablohan anotado un nuevo éxito absoluto. ¡Ah! La tele entendida como una coctelera hoy en día funciona así: cuanta más espuma, más triunfo total.

LAS 'BASURILLAS' DE PECES-BARBA.-Con todo lo que está generando el flagrantecaso Urdangarín-necesidad de mayor transparencia en las cuentas de la monarquía-, ha visitado esta semanaJordi Évole (Salvados, La Sexta) aGregorio Peces-Barba,uno de los llamados padres de la Constitución, y, además, amigo delRey,o al menos eso cree él. Ha sido un ejercicio bárbaro. No solo porque el político se atribuyó la gloriosa hazaña de haber conseguido que el Príncipe rompiera conEva Sannum -nos ha dejado pasmados y, a la vez, desternillándonos-, sino por su ciega defensa de la opacidad en todo lo que se refiere a la Casa Real.Jordile iba preguntando por los gastos regios, el secretismo de unas cuentas nunca aclaradas y, al final, el político se acabó de retratar a sí mismo cuando exclamó, malhumorado:«¿Quiere usted saber? ¡Pues se fastidia!»Y añadió como trufa personal:«Eso son cosas de las basurillas de las redacciones». ¡Ah! Lasbasurillas. Solo le faltó añadir: ¡republicanas!