tú y yo somos tres

Cutre 'operación blanqueo'

FERRAN MONEGAL

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Al igual que los grandes capos del narcotráfico tienen que ingeniar estrategias para blanquear sus enormes cantidades de dinero, así también los capos italianos de T-5 están ahora mismo inmersos en unaoperación blanqueode las fétidas papillas de su cadena. No lo hacen porque les haya sobrevenido de pronto una catarsis ética: lo hacen porque han advertido que su bazofia comienza a provocar rechazo en distintos frentes, y están asustados ante la posibilidad de que sus ganancias económicas decrezcan . A la hora de cerrar esta columna no se había producido todavía el estreno del blanqueo deLa noria, esa maniobra de cambiarle el nombre las dos primeras horas (ahora se llamaEl gran debate) para ver si los anunciantes vuelven. Veremos lo que da de sí esta táctica. Lo que sí se constata es otro intento de blanqueo de la enorme y omnipresente zonaSálvame,tanto elDeluxecomo elSálvame diario. Se dedican, por ejemplo, a queKarmele Marchanteconfiese, por fin, la edad que tiene -al final lo consiguieron: nació en 1946- y que detalle las muchas operaciones estéticas a las que se ha ido sometiendo desde que contaba 37 años de edad. A saber: cuello, ojeras y párpados, pómulos, liposucciones variadas en piernas, muslos y abdomen, y en los labios, toques de silicona. Es decir, un ejercicio sin malignidad que a lo sumo acabó siendo un homenaje al jovencito Frankenstein. También hacen entrar en escena al pollastreÁlvaro Muñoz Escassi. Le someten al polígrafo para que vaya contestando preguntas del tipo:«¿Has tenido fantasías eróticas con Jorge Javier Vázquez? /../ ¿Te has sentido atraído sexualmente por Jorge Javier Vázquez?», cuestiones a las queMuñoz Escassifue respondiendo que sí, o sea, que entró de lleno en el divertimento, y que solo sirvió para queJorge Javierse fuese esponjando y recalentando en sobremanera. Le hemos visto hasta quitándose la camisa y los pantalones para embutirse dentro de uno de los trajes que sacó laPantojala noche de Fin de Año. Así disfrazado le quedó aJorge Javieruna cara de felicidad inmensa. Parecía una mezcla deLa Pantoja de Puerto RicoyFalete. Y entró en un éxtasis solo comparable a los travestis de las chirigotas de los carnavales gaditanos o tinerfeños.

Todo esto es inofensivo, estamos de acuerdo. Pero más que unaoperación blanqueo, es una operación de cutrez extrema. ¡Ah! Difícil tarea la de blanquear una papilla tan adherida, tan enquistada, en el contenedor.