FORMATO CONSOLIDADO

'Cuarto milenio' celebra sus 500 emisiones en zona militar

Iker Jiménez entra en el palacio toledano de Sisla, zona restringida del Ejército donde se registran fenómenos extraños desde hace 40 años

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JUAN CARLOS ROSADO / MADRID

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‘Cuarto Milenio’ celebra este domingo, 28 de mayo (23.00 horas) en Cuatro su programa número 500 con un especial grabado en una instalación militar española de alta seguridad donde ocurren sucesos sorprendentes. Esta es la primera vez que un equipo de televisión obtiene el permiso oficial para pasar una noche de investigación en un enclave castrense como las ruinas del palacio de Sisla, situado en la provincia de Toledo. En esa zona restringida se vienen registrando desde hace más de 40 años fenómenos misteriosos que han llamado la atención de Iker Jiménez y su equipo. Mandos militares, científicos y dos sensitivos serán los protagonistas de esta original experiencia en territorio del Ejército.

Después de 12 años de emisión ininterrumpida en Cuatro, lo que le convierte en el programa más longevo del canal de Mediaset, el magacín de lo desconocido producido por Iker y su mujer, Carmen Porter, se ha consolidado en la parrilla con un 7,4% de cuota de pantalla y casi un millón de fieles espectadores. Catalunya, con un 8,9%,  es la segunda autonomía en la que más se ve, tan solo superada por Murcia (9,2%). Apoyado en ese aval, al equipo de ‘Cuarto milenio’ se le ocurrió celebrar la cota mágica de las 500 ediciones intentando el asalto a una de sus asignaturas pendientes. “La verdad es que no me esperaba esta ‘luz verde’ para investigar a tumba abierta, y menos la total colaboración del estamento militar”, reconoce Jiménez antes de identificar al motor del proyecto: “Todas las pesquisas partieron del coronel Pedro Baños, una institución a nivel mundial en geopolítica, que pasó allí algunos años y sabía en primera persona lo que ocurría en este lugar”.

Pero no ha sido nada fácil adentrarse en el impenetrable mundo de los militares, ya que el permiso para grabar el programa tuvo que ser aprobado por altas instituciones del Estado. “Ha sido una gratísima sorpresa que demuestra la claridad mostrada por el Ejército y la confianza en el rigor de nuestro programa”, asegura con orgullo. En cuanto al resultado de esta incursión militar, Iker se limita a decir que lo que el espectador va a ver es “una grabación casi en bruto” de una “experiencia electrizante”. “Allí están los testimonios, las caras, la sorpresa y los posibles fenómenos, y allí compartimos el asombro los militares y los civiles: espero que los espectadores no puedan despegar sus ojos de la pantalla", adelanta en tono misterioso.

CARAS DE ASOMBRO

Como el factor sorpresa es fundamental en este tipo de formatos, el director de 'Cuarto milenio' tiene mucho cuidado y evita destripar su contenido. “Lo que no esperábamos era vivir algunas cosas, algunas situaciones que nos han dejado impactados y con la misma cara de asombro que los mandos militares", confiesa antes de describir ese enclave del Ejército como "un lugar realmente extraño donde existe algo" que Jiménez no ha visto "jamás" en ninguno de sus numerosos viajes por el mundo. "Es un enclave muy cinematográfico donde uno imagina la reunión de conspiradores o sociedades secretas sin mucho esfuerzo“, precisa.

El equipo del programa pudo contar con un perro de rastreo de explosivos puesto a disposición por la Academia de Infantería, que reaccionaba en distintos lugares. Posteriormente, se cotejaron las reacciones de este perro con las pruebas de medición de alteración de campos electromagnéticos. Los resultados y las coincidencias fueron sorprendentes. “Los animales no son susceptibles de la sugestión, nosotros sí. Los aparatos tampoco mienten. Y esa noche la sorpresa fue continua. Sobre todo cuando dos sensitivos describieron las escenas allí ocurridas, que coincidían con la historia secreta del lugar que solo conocían algunos militares”, concluye.

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