tú y yo somos tres

Concierto en Golf sostenido

FERRAN MONEGAL

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Nuevo y excelente golpe de ingenio y didactismo deRamon Gener(Òpera en texans, El 33): para explicar la historia y la evolución de la música clásica alemana nos ha sacado cuatro Volkswagen Golf, desde el primero de la saga hasta el más actual de nuestros días, y montándose en cada uno de ellos les iba asignando la personalidad, el talento, de los cuatro grandes autores germanos. El primero representaba aBachy nos decía:«Es como el Pompeu Fabra de la música alemana, es el organizador de la ortografía, ¡es el primer diccionario!», o sea, el primer Golf de 1974. El segundo,Mozart, representa el clasicismo, el cochenet i polit. El tercero,Beethoven, es la perfección. Y el cuarto,Wagner, encarna la fuerza, el empuje, el motor que roza continuamente la zona roja del cuentarrevoluciones. ¡Ahh! EsteRamon Gener transformado, transmutado en una fantástica síntesis de los cuatro jinetes del apocalipsis automovilístico y musical ha vuelto a sorprendernos de forma colosal y absoluta. Bravo.

GABILONDO .-Otra metáfora perfecta, esta vez no sobre música sino sobre los recortes, el tijeretazo, y la reforma laboral, se la escuchamos aIñaki Gabilondo enLa Sexta columna(La Sexta). Tomen nota:«Se están haciendo las cuentas del Estado, pero no las de los habitantes del Estado. El procedimiento es brutal. Eso es como si alguien le dijese a un obeso: 'te sobran kilos, o sea que a partir de ahora no vas a comer nunca más'. Es probable que adelgace, pero también es casi seguro que se muera». Efectivamente. Nadie duda de que estamos enfermitos de deuda y de déficit, sí; pero el remedio que aplican nos va a llevar a la tumba. ¡Ahh! Pondrán en nuestra lápida un epitafio muy bonito:Han logrado morirse sin deber ni cinco. Francamente, no consuela en absoluto.

HUELGA .-La huelga que han seguido, disciplinadamente, las TV públicas ha supuesto una alegría para canales pequeñitos, como 8TV o Intereconomía TV. En efecto han logrado repuntes superlativos porque la audiencia hemos recurrido a ellos al no encontrar información en las públicas. Se ha abierto un debate interesante al respecto: ¿debían hacer huelga aquellos cuyo oficio y actividad es la de ser un servicio público? Visto de otro modo y según los cánones del sindicalismo clásico, alguien podría decir: gracias a que los públicos no han sidoesquiroles, los humildes privados han reverdecido.