Cirujano plástico en África

Esta semana nos hemos reconciliado en casa con el doctorIván Mañero. Participa en el programaCuerpo médico(La Sexta) y hasta ahora nos lo habían enseñado pilotando su yate, derrapando por el asfalto con sus fabulosos vehículos y haciendo colosales y carísimasperformancesen cuerpos de señoras, caballeros y transexuales diversos. O sea, nos proyectaron de él una imagen que más que imagen parecía una oda al lujo y a la ostentación. El programa además, intentando imitar al granPlutarcodeVidas paralelas, pero en plan perverso, nos hizo un paralelismo entre el doctorMañeroy otro médico de un pequeño pueblo sevillano, donÁngel, que visitaba a sus modestísimos enfermos montado en una humilde bicicleta; y claro, el contraste entre uno y otro era matador. El domingo, en la tercera entrega deCuerpo médico, vimos en cambio una dimensión profesional y humana del doctorMañerobien distinta de los capítulos anteriores. Sumergido en Guinea Bissau, en donde patrocina y mantiene una fundación médica, asistimos al tratamiento y curación de la niñaMariama, con graves quemaduras en el cuerpo. La lección televisiva que hemos sacado de estas tres entregas deCuerpo médicoes que, una vez realizada la grabación sobre cualquier profesional, los trabajos de montaje y selección de imágenes, pueden llegar a ser una atroz perversión distorsionadora.

PINTANDO EL BISONTE .-Terrorífico, y a la vez luminoso, viaje deJordi Évole(Salvados, La Sexta) alrededor de los engendros urbanísticos que se han perpetrado usandola cultura como excusa y estrategia. El Centro de las Artes de Alcorcón, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y la Ciudad de la Cultura de Galicia han sido colosales engendros visitados porÉvole. Presupuestos económicos de 300 millones de euros que han acabado costando 1.300, monumentales derroches que no sirven para nada, diseños espectaculares que se resquebrajan y tienen goteras, bibliotecas vacías de libros, ciclópeos edificios sin gente. Decía el sarcástico y lúcido escritor, músico y director de cineAnton Reixa:«Es como el pensamiento supersticioso de los artistas rupestres. Creían que pintando el bisonte en una cueva, cazaban al bisonte. Aquí se han creído que pintando y construyendo ciudades de cultura, tenían cultura. Y lo que tienen son ladrillos». Exacto amigoReixa. Y además ladrillos a precio de lingotes de oro.