ENTREVISTA

Carolina Cerezuela: "Con 'Insuperables' me pusieron un caramelo delante y me gustó"

La presentadora del concurso de TVE-1 habla de su regreso a la pequeña pantalla

CEREZUELA

CEREZUELA / periodico

OLGA LERÍN / BARCELONA

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Una cordialidad contagiosa y un discurso directo, poco dado a andarse por las ramas, desarman al interlocutor de Carolina Cerezuela (Alicante, 1980). La actriz ('Camera café', Hospital Central') y presentadora, dedicada de pleno a su familia en los dos últimos años (está casada con el extenista Carlos Moyà, con el que tiene tres hijos), ha vuelto a la pequeña pantalla con el concurso de talentos 'Insuperables', una coproducción de TVE y Gestmusic. Eso sí, ya no ejerce de jurado, como en 'Tu cara me suena' (A-3 TV), sino de maestra de ceremonias. Está al otro lado de la barrera.

--Se ha pasado de bando en su regreso a la tele. ¿Cómo está viviendo la experiencia? 

--Cada entrega se va superando. La primera fue más rígida en cuanto a la presentación, porque se tenía que explicar mucho la mecánica. Cuando estás de estreno, hay mucha adrenalina y mucha emoción, y el jurado está quizás un poco más correcto. Pero, poco a poco, ya nadie tiene pelos en la lengua, todo brilla por su espontaneidad y su naturalidad y si tú te lo pasas bien se consigue esa capacidad de transmitir y de hacer ver a la gente que realmente estás disfrutando. Cada programa es un punto más.

--¿Ha habido alguna actuación que a usted le haya asombrado? 

--Muchas. No me podría quedar con una. Ves la actuación en sí y dices: "Bueno, está bien; es una gran actuación". Pero cuando profundizas un poco en la historia del concursante –yo la sé–, no es que solamente haya hecho lo que ha hecho, sino que es la primera vez que viene a un plató. Y eso impone. Que por primera vez llegues, ante un jurado, con todos los focos, y hagas lo que has hecho, que ni te tiemblen el pulso ni la voz, para mí tiene un mérito brutal.

--Ha regresado a la tele en una faceta, la de presentadora, en la que no se ha prodigado mucho. ¿A qué se debe? 

--Han sido varios factores. Quise hacer un semiparéntesis, porque he estado sin estar y solo haciendo cosas puntuales. Mi hija pequeña ya tiene 1 año y yo me decía que me apetecía volver, pero no a cualquier precio. De pronto, me llamó Tinet Rubira [director de Gestmusic] y me puso un caramelo delante. A otras ofertas acabas diciendo que no, porque no es el momento, no te apetece o no te ves, pero él te propone un gran formato, un programa familiar para TVE, que vas a poder disfrutar con tu hija. Ella ya sabe qué es la tele y le puedo decir, cuando me pregunta qué hago: "Ven, que lo vamos a ver". Eran muchos puntos a favor. 'Insuperables' es un programa de calidad, blanco, que sabes que va a estar cuidado... Me pusieron un caramelo y a mí me gustan los dulces.

--Las audiencias han sido discretas. ¿No piensa que hay cierta saturación de concursos de talentos? 

--Creo que no. ¿Qué busca la gente en la tele? Hay muchos canales y en unos miran los 'realities'; en otros, películas, y en otros, concursos. Un 'talent-show', si es de la misma disciplina, entiendo que pueda llegar a cansar, pero aquí lo bueno es que le va a gustar al niño y a su abuela. Es para toda la familia. De pronto estás viendo a un acróbata, un mago, un cantante, a Santiago Segura, que te hace reír... ¿Saturados? No sé, estamos saturados de tantas cosas… Porque si no es esto, ¿qué ves en la tele? Yo prefiero ver algo que puedo compartir con mi familia.

--El verano ha dejado de ser un banco de pruebas y la competencia es grande... 

--Estoy tranquila, porque sé que cuando alguien da todo lo que tiene, no está obligado a más, no existe la posibilidad del "Tendríamos que...". 'Insuperables' es un programa en el que no se ha dejado nada al azar, no es el espacio de veranito… Si no funciona es porque la gente dice que no le apetece verlo, pero no nos podremos quedar con aquella culpa de: "Bueno, como se hizo deprisa y corriendo y no se cuidó…". Yo creo que aquí se ha valorado mucho la calidad. El apellido de Gestmusic siempre va ligado a un gran formato y ha seguido con ese criterio. Si luego funciona o no, no nos podremos echar la culpa a nosotros o decir que nos hemos quedado a medias tintas. Se ha intentado.

--Cuando hace dos años se apartó de la tele, le dijeron que fue justo en el momento más importante de su carrera. 

--Creo que el momento más importante de mi carrera siempre será si estoy en el momento más importante de mi vida, porque mi carrera profesional no puede funcionar bien si mi vida personal no va bien. Estaría insatisfecha. Creo que tomé la decisión adecuada. Llevaba muchos años trabajando, haciendo doblete, triplete..., y llegó un momento que me dije: "Es que llevo muchos años ya trabajando para lo profesional; Ahora quiero trabajar lo personal". No quería estar disgustada el día de mañana y pensar: "Ni estaba trabajando, ni estaba con mis hijos; ni estaba cogiendo todas las ofertas que me llegaban, ni he visto caminar a mis hijos". De la misma manera que decidí estar con ellos, ahora no me siento culpable cuando tengo que venir dos días a Barcelona.

--¿Se ha tenido que morder la lengua muchas veces porque no está de acuerdo con el jurado? 

--Sí, pero yo no debo opinar y no debo hacer un juicio de valor. Es verdad que, a veces, es inevitable, porque si una actuación te ha gustado y ves que ellos dicen que no, tú les respondes: "Oye, que lo que han hecho es muy difícil". Y les pincho un poco: "Hazlo tú y valora". Cuando nos enfrentamos a un "no", intento reconducirles.

--El papel de presentador de un 'talent' también es el de poner el hombro al eliminado, como el día de las Titanes Dance Place. 

--Es un momento difícil, porque el jurado está sentado, pero tú tienes al concursante al lado, le estás tocando y le ves la lágrima en el ojo. Sientes apego por él, porque hay muy poca distancia física y porque somos personas al fin y al cabo. Le ves con sus nervios y sus miedos.

--Y en esos momentos, ¿cómo evita caer en el morbo, que a veces da mucha cuota de pantalla? 

--Intentas decirle al concursante que es un «no» porque no ha podido ser, pero luego haces el refuerzo positivo: "Puedes seguir trabajando, tienes mucho camino por delante, tienes una gran voz…". El objetivo no es su vida personal, sino que vienen por un talento que tienen que demostrar.

--Tratándose, como usted afirma, de un programa familiar, ¿se ve participando junto a sus hijos en un espacio de características similares? 

--No, sufriría mucho. Aunque mi hijo mediano, Carlitos, que tiene 2 años, es un apasionado de la música, le encantan la armónica y la guitarra y se inventa canciones.

--¿Y le animaría a concursar? 

--Si quiere, sí, claro. Lo que yo no haría es obligarle a presentarse.

--Es cierto que usted está grabando un disco? 

--¡Uy, paso palabra! No cantaría aquí. No me atrevería a ser valorada.

--Pero la podríamos ver en el futuro cantando con su hijo… 

--¡Yo no he dicho que me guste cantar! (ríe).

--Cuando trabajó con Santiago Segura en 'Tu cara me suena' dijo que era como hacerlo en familia… ¿Su presencia le ayudó a aceptar la oferta de 'Insuperables'? 

--El proyecto lo hubiera elegido independientemente del jurado, pero una cosa va ligada a la otra. Esta profesión tiene esas grandes alegrías, que son los reencuentros con compañeros. A Ana Milán hacía mucho tiempo que no la veía. La dejé en 'Camera café'. Y ahora la vuelvo a encontrar y tengo tres hijos. ¡Imagínese todo lo que nos hemos tenido que contar! Y a Santiago le vi hace dos años, cuando nació mi segundo hijo. Estos reencuentros son bonitos.

--¿Va a retomar pronto la carrera de actriz? 

--¿Sabe qué pasa? Que me ha engatusado mucho esto de la presentación. Me gusta y me lo estoy pasando muy bien. Estoy descubriendo qué es trabajar a otro nivel, las posibilidades que te da de disfrutar de una manera más espontánea, porque en una serie no se puede hacer. Esa espontaneidad me gusta.

--¿Entonces no tiene nada previsto de momento? 

--Series, no. También es verdad que he retomado el trabajo porque me lo han puesto muy fácil. Lo puedo compaginar muy bien. No es lo mismo venir a grabar los martes y los jueves que salir todos los días a las ocho de la mañana y volver a saber qué hora. Esto, hoy por hoy, para mi vida y por mis hijos es inviable.

--¿En qué es insuperable usted? 

--En mi casa, a cabezonería. Soy muy cabezota en la vida. Me gusta tener todo controlado.

--¿Y a nivel profesional? 

--También. Necesito tener muchos datos para poder sentirme segura. Para mí es fundamental tenerlo todo un poco bajo control.

--Su marido, Carlos Moyà, le debe facilitar las cosas. 

--¡Estoy encantada! Es un padrazo. Le tengo que dar las gracias por el hecho de que yo me pueda permitir a mí misma estar aquí, desconectar, centrarme cien por cien en el trabajo y disfrutar. Tengo la seguridad de que mis hijos están felices, de que mi marido se desenvuelve en todo. Estar aquí y concentrarme sin tener que pensar en si el niño ha comido o dormido es un privilegio. Tengo un marido insuperable.