tú y yo somos tres

Busque, compare, y... ¡Bingo!

FERRAN MONEGAL

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Nos dijoManuel Campo Vidal, director y presentador del programaLos anuncios de tu vida(TVE-1):«Nuestro siguiente invitado hacía 15 años que no iba a un programa de televisión». Y aparecióManuel Luque, aquel director general de las Industrias Camp que a mediados de los años 80 se hizo enormemente popular porque salía en la tele anunciando el detergente Colón, con aquel eslogan tan célebre que decía:«Busque, compare y, si encuentra algo mejor, ¡cómprelo!». ¡Ah! Aquel golpe fue pintoresco, y colosalmente productivo para su empresa.«Fuiste muy atrevido. Seguro que tu aparición provocó risitas y bromitas entre los directivos de otras empresas»,le dijoCampo. YLuque, esbozando una sonrisa de satisfacción, contestó:«Al principio hubo mucha ironía, sí. Pero al cabo de unos meses, y en vista del éxito, la broma se transformó en admiración». O sea, que al principio, los miembros de ese selecto gremio de consejeros delegados y directores generales de rimbombantes empresas, consideraban una ordinariez salir ellos anunciando su propio producto en la tele. Pero al ver el éxito deLuque, que consiguió sacar a Camp de los números rojos, comenzaron a cambiar de parecer. ¡Ah! Interesante paradoja: la aristocracia de los CEO (Chief Executive Officier) no tuvo más remedio que plegarse al pragmatismo de la cuenta de resultados. Aunque fuera a regañadientes. Aquí la gran ironía, disfrutable y deliciosa, es la esencia de este programa que ha ideadoManuel Campo. Ahora que la Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) está ahogando a TVE --con permiso del Gobierno- a base de no dejarles emitir publicidad, que hagan precisamente un programa recordando los gloriosos anuncios que ha emitido TVE durante más de 50 años es unafinezzacon una carga de retranca francamente hermosa.

OKUSHIRI -. Con excelente sentido de la actualidad,Pere Secorúnha emitido en suThalassa(El 33) un buen trabajo sobre la isla de Okushiri, al nordeste de Tokio. Ese lugar sufrió, en 1993, el terremoto y el subsiguiente tsunami más importante de la historia sísmica de Japón. Lo ocurrido ahora es muy superior, y ha dejado el drama de Okushiri en segundo lugar en elrankingde catástrofes, pero el trabajo ha sido luminoso: allí decidieron, con la mejor intención, amurallar la isla a base de grandes paredes de hormigón. A la vista de la actual tragedia, la medida parece totalmente inútil.