tú y yo somos tres

Bin Laden: especulación y susto

FERRAN MONEGAL

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Después de una primera parte en la que nos dejó muy impresionados porque tenía una pantera negra, tremenda, a los pies de su mesa,Iker Jiménez(Cuarto milenio, Cuatro) quiso acollonarnos un poco más tocando como segundo tema la muerte deBin Laden. ¡Ah!Ikeres terrible: siempre consigue que nos acostemos bien asustaditos. Arrancó advirtiendo de que todo el mundo le pregunta:«¿Vas a hablar de Bin Laden, vas a hablar de Bin Laden?»,y claro, el muchacho es sensible al clamor popular y montó una mesa de cuatro opinadores que estuvieron, dale que te pego, más de una hora de reloj especulando sobre lo que pudo haber sido y no fue, o sobre lo que quizá fue pero yo no sé cómo ha sido. ¡Ah! De las cuatro criaturas de la tertulia conozco a dos personalmente y les respeto mucho: el psiquiatra forenseJosé Cabreray el exmiembro de los Servicios de Inteligencia, el comandanteFernando San Agustín. Pero una horita larga haciendo conjeturas sobre los misterios de esa muerte que no han trascendido acaban con la paciencia del más devoto amigo. Hombre, es verdad que la creíble o increíble versión de la muerte deBin Ladenda para mucho. Es un tipo de tema que se puede ir estirando como un chicle. Si en lugar de ser un criminal terrorista fuese una famosillo del mundo del corazón y de la víscera, seguro que las papillas delDECy delDeluxese habrían instalado ahí de manera permanente. Lo que sí consiguióIker es lo que les dije al principio: que nos fuésemos a la cama con el corazón en un puño. Dijo que Al Qaeda se va a vengar. Y concretó: tienen preparada una cabeza nuclear y la van a soltar en cualquier sitio. No dormimos.

CAROD Y EL CAINISMO -. De la oportuna entrevista que le practicóJosep CuníaJosep Lluís Carod-Rovira, ayer por la mañana enEls matins(TV-3), destaquemos el momento en que el periodista, refiriéndose a ese«estigma de cainismo»que parece estar instalado en ERC, le dijo:«Hortalà desplazó a Barrera, Colom desplazó a Hortalà, usted desplazó a Colom y ahora Puigcercós le desplaza a usted. Es un cainismo que no pueden quitarse de encima». YCarod, tranquilo, respondió:«Una cosa es marcharse por decisión personal, y otra irse porque se ha perdido un congreso y se escinden y montan otro partido». ¡Ah! Fue un directosouveniraÀngel Colom, un aviso sobre aquellos tiempos tan curiosos en quePilar Rahola eraLady Pi.